El singular inmueble conocido como «el chalet del médico» ubicado en el número 24 de la Avenida del Puerto de Valencia ha vuelto a salir al mercado con un precio bastante más elevado del que tenía hace algo más de un año. La agencia inmobiliaria de activos de lujo Engel & Völkers tiene la exclusiva de comercialización y se resiste a desvelar a cuánto asciende el cartel por razones de confidencialidad, pero fuentes del mercado sostienen que no negocia con ofertas inferiores al tramo de entre tres y cinco millones de euros.

La última vez que este edificio cambió de manos lo hizo por algo más de un millón de euros por lo que el incremento de valor, de concretarse, sería indicativo de una recuperación del sector en el caso de los inmuebles de alta gama.

El edificio, construido en 1919 bajo la premisa del estilo conocido como romántico o historicista, evolucionó hacia un perfil de inspiración más modernista. La obra fue encargada por la propietaria María Burgos pero el sobrenombre del «chalet» o «casa del médico» procede de cuando el cirujano de la Plaza de Toros José María Aragón Caro la disfrutó como vivienda particular. La última gran reforma exterior la ejecutó el arquitecto valenciano Javier Goerlich, uno de los artífices del actual diseño del centro histórico de Valencia y del barrio del Eixample durante la década de los años cuarenta del siglo pasado, cuando ejerció de arquitecto mayor de la ciudad.

Goerlich ganó una planta al palacete, que tiene ascensor y ocupa algo más de 600 metros cuadrados repartidos entre diez cuartos, ocho dormitorios y cinco baños. El edificio requiere de actualización pero muchas de sus estancias, como la cocina, (ver galería de fotos en levante-emv.com) tienen muy buen estado por las sucesivas mejoras. La escalera de mármol, el torreón hexagonal y los pavimentos de mosaico destacan como elementos arquitectónicos, así como los artesanados y acabados de sus techos. La terraza sobre la planta superior añade otro 150 metros la inmueble.

«El edificio tiene infinitas posibilidades para empresas o sociedades, también sería ideal para un hotel boutique con encanto o lugar de celebraciones sociales. Una propiedad singular en el corazón de la ciudad», sugiere el cuaderno de venta de Engel & Völkers.