Iberdrola tiene una estrategia clara de inmersión en el mercado de la energía fotovoltaica. Hace apenas unos días ponía en marcha una oferta de compra de electricidad de origen solar a precio fijo a pequeños productores con posibilidad además de hacerse cargo del mantenimiento de las plantas. Ayer dio un paso más y reveló que tiene intención de posicionarse de lleno en el mercado del autoconsumo.

Y lo hace después de que la patronal de grandes eléctricas Unesa, de la que forma parte, haya sido un de las que ha presionado para que el decreto de autoconsumo que aprobará en breve el Ministerio de Industria incluya el conocido como «impuesto al sol». Se trata de un peaje que grava la entrada en la red para su comercialización de la energía sobrante de pequeñas instalaciones de autoconsumo.

La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán se ofrece para proporcionar un paquete integrado para la instalación de instalaciones de energía solar fotovoltaica para autoconsumo, dirigido a hogares unifamiliares, empresas y agricultura de regadío.

La compañía presentó esta solución, denominada «Smart Solar Iberdrola», en la Torre Iberdrola en Bilbao, en un acto al que han asistido unos 200 invitados, entre ellos clientes de Iberdrola, asociaciones empresariales, fabricantes de paneles solares, empresas de instalación y mantenimiento de paneles, aseguradoras y entidades financieras. La organización del evento y su posterior difusión a través de los servicios nacionales y regionales de la eléctrica del evento da una idea de la importancia que la cotizada ha otorgado a este proyecto.

Ignacio Sánchez Galán criticaba hace tiempo la energía solar por los costes que introducía en el sistema y las ayudas públicas que recibía, ahora muy recortadas.

Ayer el mensaje era el contrario. El director Comercial, Aitor Moso, y la directora de Eficiencia y Servicios Energéticos de la compañía, Raquel Blanco, explicaron que Iberdrola pretende «potenciar el desarrollo de la energía solar fotovoltaica en España».