La factoría de Ford en Almussafes se ha visto obligada a reducir la producción y no renovar los contratos de algo menos de medio centenar de trabajadores como consecuencia de los problemas de un proveedor de piezas norteamericano, según confirmaron fuentes sindicales. Al parecer, la falta de estas piezas afecta a tres modelos, el S-Max, el Galaxy y al Mondeo en menor medida. Este problema de falta de suministro, además, afecta a otras fábricas de la firma que ensamblan estos modelos. Actualmente, la factoría de Almussafes se estaba acercando a las 1.950 unidades diarias, pero con este último problema se va a bajar a alrededor de 1.860 vehículos, una cifra similar a la antes de verano, cuando en las previsiones de la fábrica se encontraba estar en torno a las 2.000.

Los problemas de suministro de piezas ya se repitieron con otra compañía a mediados de septiembre y también se han producido de forma esporádica como consecuencia de la crisis de la inmigración y el cierre de fronteras en la Unión Europea, especialmente en Serbia y en el túnel del Canal de la Mancha.

Según asegura la sección sindical de UGT, esta nueva situación "va más allá de un mero problema puntual cuyo alcance es difícil de cuantificar y en el que se debe implicar la dirección mundial de la compañía en la búsqueda de una pronta solución".

La consecuencia "inmediata" de esta coyuntura es la reducción de la producción diaria de los modelos S-MAX y Galaxy a menos de 200 unidades diarias "provocando, en pleno periodo de lanzamiento, un importante problema de falta de suministro de ambos modelos a la red internacional de concesionarios de Ford".

"Su consiguiente impacto en el empleo de la fábrica" será la no renovación de los últimos contratos realizados cuya duración, como mínimo, debería haberse extendido hasta finales del primer trimestre de 2016, advierte la sección sindical.

Esta ve la situación "preocupante e inestable" y añade que, en el caso de continuar afectando a la producción durante los próximos meses, "la mejor solución posible" deberá pasar en su opinión por la utilización de los días de jornada industrial-vacaciones que aún permite el actual convenio, "pues nada nos hace pensar -señala- que se pueda normalizar en el corto plazo".

Desde el sindicato estarán "muy pendientes" de la repercusión que tendrá esta situación en el empleo y recuerdan a la dirección "el compromiso alcanzado con UGT en la Comisión Observatorio para el Empleo en cuanto a la fijeza de los compañeros que se incorporaron en 2013 y 2014, que no deben verse afectados".