El Banco de España da por buena ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu la normativa contable empleada por Bankia en tiempos de Rodrigo Rato, tanto antes como después del debut bursátil del grupo, según el informe técnico del supervisor. En un documento de sólo cuatro páginas, la institución que preside Luis María Linde se limita a responder a las dudas del FROB —principal accionista de Bankia tras su rescate diez meses después de su debut en Bolsa— sobre las normas contables empleadas por el grupo durante años.

Sin llegar a ninguna conclusión y sin avalar explícitamente la gestión de Rato, se puede entender que el Banco de España discrepa de la principal conclusión de los peritos del caso —dos inspectores del propio supervisor nombrados por el juez—, que aseguraron que las cuentas de la salida a Bolsa y las posteriores no reflejaban el estado real del grupo.

Frente a estas afirmaciones, el Banco de España defiende el uso de las provisiones genéricas —el colchón atesorado en los años de bonanza por las cajas que formaron el grupo— y que podían utilizarse para cubrir dotaciones adicionales específicas, precisamente lo que hizo Bankia. A finales de 2011, Bankia contaba con más de 2.000 millones de euros en provisiones, cantidad más que suficiente para cubrir los deterioros esperados, puesto que el Banco de España también aclara cómo deben estimarse las pérdidas previstas.