La inmobiliaria Quabit, heredera de la denostada Astroc, subió ayer en Bolsa hasta un 17% tras la entrada en su capital de la Sareb. Al cierre del mercado bursátil, la compañía ganó un 11,43% al pasar de 0,035 céntimos a 0,039. La entrada de la Sareb se produce con cierta polémica ya que Martibalsa no reconoce la obligación por la que el banco malo se ha quedado con parte de sus acciones. De hecho, la firma valenciana aseguró no tener constancia de que Sareb se haya hecho con una participación del 7,7% que tenía en Quabit Inmobiliaria tras ejecutar una deuda.

Martibalsa explicó que en diciembre comunicó a la Sareb, a la entidad depositaria de las acciones y a la Sociedad Rectora de la Bolsa de Valores de Madrid su «expresa oposición a la procedencia de dicha ejecución», y pidió a esas entidades que no realizaran ninguna actuación al respecto. Por ello rechaza expresamente la validad y eficacia jurídica de la posible ejecución de la deuda sobre sus acciones, al tiempo que «no reconoce los efectos que se derivarían de la misma». Además dice que se reserva su derecho a inicial acciones legales para defender sus intereses.

Martibalsa insistió en que la ejecución no vendría derivada de una deuda suya, sino de un impago de Grupo Rayet, y aclaró que Martibalsa no mantiene ninguna deuda vencida «ni frente a Sareb ni frente a ninguna otra entidad».

Quabit comunicó el viernes a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que Sareb se había convertido en segundo máximo accionista de Quabit Inmobiliaria, al hacerse con parte de las acciones de la empresa Martibalsa.