Los bancos han conseguido colocar las 28 viviendas del edificio más caro de Valencia, aunque les ha costado cinco años y han sufrido importantes pérdidas. Las obras del edificio de los antiguos juzgados de Navarro Reverter acabaron en 2011 y los últimos pisos los han vendido ahora a un precio que ronda los 4.000 euros el metro cuadrado. Los expertos advierten de que para que la operación hubiera sido rentable debían haberse traspasado como mínimo a 12.000 euros el metro cuadrado.
El problema de fondo es que Lubasa pagó en 2005 un precio fuera de mercado por el edificio de los antiguos juzgados de Navarro Reverter. La empresa de Luis Batalla desembolsó la friolera de 105 millones de euros (6.500 euros el metro cuadrado), más del triple de la valoración que el Ayuntamiento de Valencia hizo de la permuta de Tabacalera por el edificio municipal de la Plaza América, siutado a doscientos metros del inmueble de Navarro Reverter.
En primavera de 2008, Lubasa obtuvo la licencia de obras para remodelar casi por completo el edificio de los juzgados y reconvertirlo en un complejo de lujo para viviendas, oficinas y locales comerciales. Al principio, los promotores querían que el edificio lo diseñara el conocido arquitecto Jean Nouvel, aunque finalmente se desestimó. El proyecto se torció por la falta de financación y acabó en manos de los bancos que financiaron la obra: BBVA, Banco de Valencia y Caja Madrid.
Situado entre el puente de Calatrava y la Porta de la Mar, el edificio ocupa uno de los espacios más atractivos de Valencia, lo que unido al lujo de la construcción, a la posibilidad de elegir tamaños y estructuras, y al lastre del pago de 105 millones del inmueble los convirtió en los pisos más caros de la ciudad. Inicialmente salieron a la venta por 8.000 euros el metro cuadrado. Una vivienda de 200 metros, por ejemplo, se vendía por cerca de dos millones y el ático superaba los cuatro millones. Sin embargo, nadie compró.
Los bancos, que querían quitarse de encima los activos, rebajaron los precios y lograron vender a 3.800 euros el metro cuadrado, según fuentes conocedoras de la operación.
En los últimos meses, los precios han subido hasta 4.000 euros el metro cudrado, lejos de los 12.000 euros que marcaba el umbral de la rentabilidad. Los pisos pequeños tienen 140 metros cuadrados y los grandes cerca de 300 metros cuadrados.
