El presidente de la Confederación de Empresarios de Castelló (CEC), José Roca, superó ayer la junta directiva pero su gestión económica no salió indemne. La cúpula de la patronal exigió explicaciones por la existencia de un agujero cercano al medio millón de euros en las cuentas de la CEC de 2016. Roca, en el cargo desde 1987, afrontó una de las reuniones más complicadas de sus 29 años de presidencia tras cesar la semana pasada uno de sus cuatro vicepresidentes „el de la azulejera Ascer„ y amagar el resto con dimitir si Roca seguía en la presidencia. Al final, ayer nadie planteó un relevo y en la junta se abordó el presupuesto de 2016 de la patronal y el nuevo plan de viabilidad que ha elaborado el presidente para mejorar la situación económica de la organización.

El encuentro, no obstante, no fue una balsa de aceite para Roca, y la división, aunque no se escenificó, continúa latente, y la permanencia de Roca y su secretario general, Rafael Montero, sigue en jaque. Parte de la junta dudó de la viabilidad de la previsión económica y cuestionó el importante desfase existente entre ingresos y gastos. El déficit ordinario sobrepasa los 200.000 euros, a los que hay que sumar otra partida similar que corresponde a un pago del Consell y que no se abonará hasta 2017. Cada mes, añadieron desde la CEC, la patronal registra al mes unas pérdidas cercanas a los 30.000 euros y la patronal castellonense puede llegar a tener serios problemas a final de año, añadieron las mismas fuentes. Cierval ha realizado una provisión de 200.000 euros para evitar una posible entrada en concurso de acreedores de la CEC.

El presidente prometió a la junta que ofrecerá aclaraciones del presupuesto de este ejercicio y, especialmente, del desfase entre ingresos y gastos, en una próxima reunión. El sector crítico eludió pedir su marcha y esperará al citado encuentro para tomar una decisión. En un intento de reforzar su figura, Roca presentó un plan de viabilidad con un horizonte de cinco años vista con el que asegura que mejorará la liquidez de la CEC. Su objetivo es incrementar la autosuficiencia de la organización mediante un incremento de los ingresos procedentes de las empresas. También introducirá ajustes como un ERE de reducción de jornada en la actual plantilla.

Por otro lado, el importe de las facturas de Coepa que analiza la Intervención de la Generalitat para saber si la patronal alicantina cometió alguna irregularidad en el cobro de subvenciones públicas para la construcción de su polémico centro de oficios asciende a 3,3 millones de euros. El mismo cuya hipoteca ha obligado a la organización empresarial a solicitar la declaración de concurso de acreedores.

Según ha podido saber este diario, fue hace aproximadamente un mes cuando el Servef y el Instituto Valenciano de Finanzas decidieron poner en conocimiento del órgano de control de la Administración autonómica que habían detectado la presentación por duplicado de las mismas facturas para justificar, por un lado, las ayudas concedidas por el primero para la construcción del edificio y, por otro, la disposición de fondos del crédito otorgado por el banco público para financiar las obras.