El aeropuerto de Valencia terminó el pasado mayo con récord en tráfico de pasajeros. Nunca antes habían pasado por Manises 515.000 viajeros un mes de mayo. Fue un 15,4% más que en 2015. Todos los meses de este 2016, en realidad, van por esa senda, con incrementos que fluctúan entre el 4,8% de abril y el 19,5% de febrero.

El aeropuerto puede batir este año su récord histórico, tras unos años de hundimiento, golpeado por la caída del turismo nacional, primero, y la llegada del AVE a Madrid, después. De los 5,93 millones de pasajeros de 2007 se cayó hasta los 4,7 millones en los siguientes. Un aeropuerto ampliado e infrautilizado. Tras varios años de recuperación, este año la senda sitúa los números de nuevo en esa barrera de los seis millones, superada ya la crisis y amortizado el «efecto AVE», que arrebató a las compañías aéreas cientos de miles de viajeros al año.

Desde Aena no se atreven aún a dar por superada esa barrera, ya que los vuelos de la temporada de invierno aún no están programados. Pero los resultados de los cinco primeros meses y las previsiones de unos 400.000 asientos más para este verano por el incremento de las operaciones de compañías como Ryanair o la aparición de nuevas rutas (Tel Aviv, Moscú, etc) alimentan las expectativas.

Un golpe a EasyJet y British

Mientras avanza un verano con previsiones de récord para el turismo valenciano, sobre el horizonte se ciernen nubarrones que puede afectar a los cielos: el brexit. Reino Unido es el quinto mercado emisor de Manises. Además, las británicas Ryanir, British (IAG) y Easyjet tienen una presencia considerable en Valencia, sobre todo la primera, que es el principal operador. La irlandesa, líder europeo del bajo coste, ha renunciado a basar nuevos aviones en Reino Unido y los moverá a otros países de Europa. Con todo, se compromete a seguir «ofreciendo las tarifas más bajas».

El problema es más grave para British e EasyJet, que se han hundido en bolsa desde el viernes. Se prevén dos problemas. El más inmediato es la devaluación de la libra. British tiene un porcentaje grande de sus ingresos en esa moneda, con lo que se va a resentir.

El otro problema, más a medio plazo, es si Reino Unido mantiene la política de cielos abiertos con la UE. EasyJet tiene el hándicap de que su hub principal está en las islas. En el sector ya se especula con un traslado de la sede de las compañías al continente.