La burocracia está convirtiendo en una odisea el aterrizaje en Valencia de la multinacional irlandesa de ropa low cost Primark. El proyecto, que se ubicará en la galería comercial que está prácticamente construida desde hace meses entre la plaza de toros y la calle Ruzafa, tenía como primer objetivo estar listo a finales de 2015.

La obra, sin embargo, ha ido acumulando atrasos y aplazamientos de la inauguración. Primero, se dilató hasta el primer trimestre de 2016; más tarde, el pasado verano, se informó de la apertura para 2017.

Ahora no está garantizado ni siquiera ese cumplimiento e incluso se insinúa que podría no llegar hasta 2018: «Primark está trabajando para abrir su nueva tienda en Valencia a finales de 2017, pero esto depende de los avances de los promotores», señalaron fuentes de la compañía textil a preguntas de este diario. En el mejor de los casos, habrán pasado dos años desde el plan inicial.

La situación en estos momentos está bloqueada. El grupo que promueve la obra está tratando de conseguir la licencia municipal de actividades, pero ha encallado con el permiso de seguridad en la evacuación. Los bomberos han tumbado la propuesta de salidas de emergencia del complejo, que está prácticamente terminado.

Según indican fuentes municipales se está a la espera de recibir la nueva propuesta. Se achaca a una doble problemática: primero, a los varios cambios que ha introducido la multinacional en el diseño de la macrotienda; segundo, a la acumulación de expedientes en el servicio de bomberos. El ayuntamiento está a la espera de información adicional de la multinacional. Según ha sabido este diario, los trámites burocráticos pendientes de ratificar también alcanzan al área de Cultura, ya que la galería se encuentra situada junto a la plaza de toros, que es bien de interés cultural (BIC).

El proyecto desarrollado por el grupo Aza ha impulsado la zona del pasaje Doctor Serra y ha abierto al público una plaza entre este y la calle Ruzafa. El proyecto contempla una zona comercial de 10.000 metros cuadrados, de los que la macrotienda de Primark ocupará más de 8.000. Junto a ella, ya se ha abierto una zona ajardinada de unos 3.000 metros que conecta las dos calles, así como un aparcamiento subterráneo de 800 plazas, que también lleva varios meses operativo.

Desde el ayuntamiento lamentan los retrasos que están provocando el aplazamiento de hasta dos años de la tienda de moda. Se trata de una gran apuesta de Primark, en su nueva expansión en centros urbanos. En Madrid, la apertura de su macrotienda hace quince meses se ha convertido en un auténtico éxito comercial. No es extraño ver cada día largas colas de acceso. Este tipo de fenómenos ha animado al ayuntamiento de la capital a abrir el debate para peatonalizar la Gran Vía.

En peligro la apertura dominical

En Valencia, pese a que el modelo comercial de Primark está en las antípodas de su apuesta por la tienda de proximidad, reconocen la frustración por el retraso. «Es un proyecto que queremos llevar adelante», sostienen desde el departamento de Comercio.

Se trata de una inversión importante „20 millones, según anunció la compañía en su presentación„ y con un impacto en términos de creación de empleo de 300 puestos directos.

No es el único problema que se está encontrando Primark en su aterrizaje. En pleno debate sobre los horarios comerciales, el ayuntamiento abandera una propuesta que deja su tienda fuera de las zonas que pueden abrir en domingos y festivos.