El nuevo marco regulatorio de la Comisión Europea (CE) sobre autorización y comercialización de productos fitosanitarios -basado en el criterio de peligrosidad y prohibición- incluye 75 sustancias activas candidatas a la sustitución que tendrán un notable impacto en la agricultura valenciana. Según el informe Low Yield, ¿Protegerá Europa su agricultura?, elaborado por la Asociación Empresarial para la Protección de las Plantas (Aepla), la caída del rendimiento del cultivo de cítricos será del 36 % respecto a la situación actual, lo que provocaría unas pérdidas económicas de 700 millones de euros en la Comunitat Valenciana (1.500 en España) tras efectuar una extrapolación de los mismos criterios y consideraciones que se usan en el citado estudio y que además de los agrios analiza el impacto en viña, olivar, girasol, remolacha, arroz, cereza, tomate de industria y de invernadero.
El informe está realizado en nueve países europeos y advierte sobre el grave impacto que tienen las limitaciones legales que viene imponiendo la UE en el uso de productos fitosanitarios destinados a combatir plagas y enfermedades en la agricultura. Con esas materias se combaten plagas y anomalías tan peligrosas como la pyricularia y las malas hierbas en el arroz, mientras que en cítricos esas materias sirven para luchar contra pulgones, arañas, minador o mosca del mediterráneo.
El presidente de AVA-Asaja, Cristóbal Aguado, y el director general de Aepla, Carlos Palomar, desvelaron ayer en Valencia el contenido de este informe y sus consecuencias sobre la citricultura, el sector arrocero y la viña. En la actividad naranjera se estiman unas pérdidas de 15.000 de los 42.600 empleos generados en el sector si se confirma ese descenso de en torno al 35 % del que habla el estudio. Además, podrían abandonarse 30.000 de los 162.000 hectáreas que componen el territorio citrícola valenciano.
En la lista de roja de Bruselas
La falta de disponibilidad de herramientas para producir y hacer frente a las plagas, enfermedades y malas hierbas también castigará de lleno al sector arrocero, que sufriría una merma de rendimiento del 28 %, con unas pérdidas de 7,5 millones de euros, 600 de los 1.981 empleos que genera y el abandono de 4.000 de las 15.850 hectáreas que tiene el arrozal de toda la autonomía. Mientras tanto, el viñedo perdería un 13 % de producción, 11,2 millones de euros, 800 de los 6.200 puestos de trabajo y 8.000 de las 62.600 hectáreas existentes.
Las materias activas que revisión y posible eliminación afectan a cítricos: glifosato (herbicida), metiocarb (helicida), abamectina (insecticida), mancozeb (fungicida), spirotetramat (insecticida), lambda cihalotrin (insecticida), Imidacloprid (insecticida),dimetoato (insecticida), tiometoxan (insecticida) y deltametrina (insecticida). En el caso del arroz se incluye tebuconazol (fungicida), procloraz (fungicida), propiconazol (fungicidas),imidacloprid (insecticida) y mcpb (herbicida).
