Es cierto que es otra estadística, pero no es una cualquiera. Es la que pone de manifiesto que, detrás del crecimiento económico y la creación de empleo de los dos últimos años, existen centenares de miles de valencianos sumidos en la pobreza para los que la recuperación que ha llegado tras la crisis es un puro sueño. Además, la situación, pese al incremento del PIB y a la reducción de las listas del paro, se agravó el año pasado, según los datos hechos públicos ayer por el Institut Valencià d´Estadística (IVE). En efecto, el 19 % de la población residente en la Comunitat Valenciana en 2016 -casi uno de los cinco millones de habitantes que tiene la autonomía- se encontraba por debajo del umbral de riesgo de pobreza, medio punto más que al finalizar 2015. A pesar de que, de media, sus salarios son más elevados, los hombres están en número peor que las mujeres, dado que la tasa es, respectivamente, del 19,4 % y del 18,5 %, Mucho peor les va a los menores de 16 años, dado que tres de cada diez (un 29,4 %) está en riesgo de pobreza.
La citada tasa es superior en la provincia de Alicante (20,9 %) que en València (17,9 % ) y Castelló (17,2%). En consecuencia, son también las comarcas del sur las que están en peor situación. El Baix Segura (26,9 %), la Marina Alta (26,3 %) y la Marina Baixa (24,4 %) ocupan las últimas posiciones del escalafón vistas desde el lado más negativo, mientras que las tres primeras corresponden a Els Ports (12,1 %), l´Alt Maestrat (12,3 %) y al Alto Mijares (12,4 %).
El IVE detalla también que la proporción de valencianos residentes en hogares con carencia material fue el año pasado del 18,7 %, dos puntos menos que en 2015. Se trata de personas que carecen de tres de estos nueve conceptos: no tener retrasos en el pago del alquiler, la hipoteca o recibos relacionados con la vivienda, mantener su casa con una temperatura adecuada durante los meses fríos, hacer gastos imprevistos, una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, ir de vacaciones fuera de casa al menos una semana al año, un coche, una lavadora, una televisión a color o un teléfono.
En este caso, la tasa es superior en las mujeres (19,7 %) que en los hombres (17,6 %) y los menores de 16 años (18,4 %). Por comarcas, las peor situadas son El Baix Segura (23,8 %), el Baix Maestrat (23,5 %) y l´Alt Vinalopó y la Marina Alta (22 %), mientras que las mejor ubicadas son l´Horta Oest (14,8 %), l´Horta Nord (13,9 %) y Baix Vinalopó (12,2 %). La proporción de hogares valencianos con carencia material severa (no disfrutan de cuatro de los citados conceptos) se reduce al 7,5 %, ocho décimas menos que en el año precedente.
Por último, el IVE presta atención a la renta media por unidad de consumo, que se obtiene a partir de una escala de la OCDE que asigna un peso de 1 al primer adulto, 0,5 a los demás y 0,3 a los menores de 14 años, de tal forma que un adulto que vive solo constituye una unidad de consumo y una pareja con dos menores de 14 años equivalen a 2,1 unidades. El Institut Valencià d´Estadística sitúa esa renta en la Comunitat Valenciana en 13.589 euros, ligeramente superior a los 13.305 del año anterior. En este caso, las diferencias entre hombres y mujeres son mínimas, mientras que los menores de 16 años se quedan en 12.524.
Las distancias entre comarcas sí son sustanciales. Así, las que presentan mayores niveles de renta por unidad de consumo son Els Ports (16.411 euros) y l´Alt Maestrat (16.137), mientras que a la cola figuran el Baix Segura (10.466) y la Marina Alta (10.378).
