La Confederación Empresarial Valenciana aprovechó ayer la visita del vicepresidente del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Román Escolano, para abrir un nuevo frente con la extensión de la «necesaria» colaboración público al ámbito de la residencias de mayores.

El director de Análisis Económico de la CEV, Ricardo Miralles, planteó el asunto tras constatar que el banco, que está promoviendo el plan Juncker, validó que este tipo de proyectos son «perfectamente financiables». Lo hizo durante una reunión en la Cámara de Comercio con José Vicente Morata y una veintena de representantes de las principales empresas valencianas, desde Air Nostrum y Stadler a Ribera Salud pasando por las contratistas Torrescámara o Rover Alcisa. Y sobre todo lo hizo delante de las secretarias autonómicas de Hacienda, María José Mira y Clara Ferrando.

«En nuestra actual situación de infrafinanciación y encorsetados por los objetivos de déficit que impone el Gobierno, la colaboración público privada puede ser una solución, con inversión y quizá mantenimiento y gestión por parte de la iniciativa privada, que no computaría como deuda pública. El BEI lo ve perfectamente financiable», insistió.

Según Miralles, «si coges la campana demográfica, dentro de cinco, diez, quince años van a faltar muchas plazas de residencia. ¿Cómo satisfacemos esto si el sector público no puede? El BEI te lo puede financiar. Analicémoslo con cariño», señaló.

La intervención del representante de la CEV fue en la misma línea que la del presidente de los Promotores Inmobiliarios de València, Antonio Olmedo, que volvió a reclamar este modelo de colaboración que se beneficia de la financiación del plan Juncker para la construcción de colegios y acabar con los barracones, un plan en el que el Consell lleva tiempo trabajando.

De hecho, el vicepresidente del BEI y el jefe del Consell, Ximo Puig, abordaron ayer este asunto en una reunión a primera hora. Escolano señaló que el BEI está dispuesto a continuar colaborando con la Generalitat en este sentido. Los equipos del BEI y de la Generalitat están trabajando para revisar los avances del plan de construcción de colegios y, de hecho, el gobierno autonómico va a presentar el estado de los proyectos al banco europeo.

Es un problema importante para el Consell, que debe resolver los proyectos pendientes de ejecución de la antigua Ciegsa. El BEI no quiere oír hablar de nuevos proyectos hasta que se ejecuten todos aquellos para los que se concedió un crédito de 600 millones.

La Generalitat también contempló en su momento echar mano del plan Juncker para proyectos de infraestructura de transporte, como la T2 de Metrovalencia, pero finalmente se ha optado por la vía de los fondos Feder.

Por otro lado, Escolano abrió la puerta a «cooperar» con el futuro banco público valenciano. Y trasladó a las empresas que el BEI también financia actuaciones fuera de la UE relativas a infraestructuras y con un foco en el cambio climático, una posibilidad que ha despertado interés entre los empresarios valencianos por sus relaciones con Marruecos, Túnez, Argelia y con países de América Latina.