El ejecutivo de la sociedad de valores Tressis, que el viernes de la semana pasada participó en València en una jornada sobre el impacto de la inversión socialmente responsable, considera que en estos momentos la renta variable europea a largo plazo es una de las mejores opciones para invertir.
P ¿La inversión socialmente responsable es una treta para quitarse la mala conciencia por la acumulación de dinero?
R Creo que no, aunque sí puede suponer en algún momento una buena excusa para invertir. Pero, realmente, el trasfondo de este tipo de inversión va mucho más allá, porque la mala conciencia la limpias más con la filantropía y en este caso realmente no renuncias a la rentabilidad. Aquí vamos un paso más allá y alineamos los valores y los principios con la forma de invertir. Sigue habiendo un objetivo de rentabilidad, pero se busca esa rentabilidad a través de un impacto en la sociedad.
P Da la impresión de que el dinero de los grandes patrimonios se está moviendo mucho, al menos por cómo se maneja últimamente el sector de la banca privada y de patrimonios. ¿Es así? ¿Por qué?
R Lo que veo es que, al estar en un entorno de tipos tan bajos, para obtener algo de rentabilidad es necesario asumir riesgos y por eso se amplía el mercado para todas las figuras vinculadas al asesoramiento financiero. Necesitas la ayuda de un profesional, sea un banquero privado o un asesor independientee.
P ¿Dónde aconsejaría invertir usted a un candidato con recursos?
R Desde luego, nuestro principio fundamental es la diversficación. No somos de monoproducto. Eso por encima de cualquier otra consideración. En una cartera gestionada por nosotros tenemos entre diez y doce estrategias distintas. Buscamos diversificación de activos y de maneras de gestionarlos. La renta variable con visión a largo plazo está funcionando muy bien, en especial la europea.
P ¿Y a uno que sea prudente y conservador?
R Los principios son los mismos, pero en este caso debería haber menos peso de la renta variable.
P ¿Y en inversión socialmente responsable?
R No es un tipo de inversión distinta. Es lo mismo: renta fija, variable, inmuebles... Lo diferente es quese hace mediante una serie de filtros que no están en la inversión tradicional. Son los llamados factores no financieros, como la relación con el medio ambiente, o con el resto de la sociedad (clientes, trabajadores, proveedores). El tercer factor es el buen gobierno.
P ¿El 155 ha aplacado al sector tras las turbulencias que vivió desde el 1 de octubre por la crisis catalana?
R En términos de mercado ha sido así. Ha tranquilizado al mercado y se ha visto en la evolución del Íbex. Es un cúmulo de cosas. Hay cotizadas que han movido su sede social y fiscal y eso ha dado tranquillidad a los inversores. La convocatoria de elecciones también ha tranquilizado el traslado de sedes. Ahora bien, esto no se ha acabado. No está claro cuál será el resultado de las elecciones. Se puede repetir el resultado que teníamos hasta ahora y que se mantenga la incertidumbre sobre la economía.
P ¿Tiene algún efecto el traslado a la Comunitat Valenciana de CaixaBank y el Sabadell?
R El primer efecto es en términos fiscales por los impuestos locales que se pagarán ahora en la Comunitat Valenciana. Es relevante para los ayuntamientos. El efecto mayor no es el beneficio para la comunidad de destino, sino como freno para el proceso independentista catalán en el sentido de que la fuga de empresas es dinero que deja de recaudar Cataluña en caso de independencia.
