Los exportadores citrícolas de Sudáfrica -uno de los principales países productores del mundo- hicieron su «agosto» en la Unión Europea (UE) durante la temporada naranjera de 2017 al colocar un volumen de 732.971 toneladas entre enero y octubre de ese año, lo que supone un récord histórico y un aumento del 9 % respecto a idéntico período de tiempo del año anterior.

En una temporada atípica y de merma de producción en la Comunitat Valenciana, según constata el informe elaborado por la Unió de Llauradors, los comerciantes sudafricanos aprovechan puertos de Holanda y Gran Bretaña para introducir cítricos en el viejo continente. Así, el de Rotterdam canalizó en 2017 un total de 365.624 tn. procedentes de Sudáfrica en la UE, que representa la mitad de entradas a la UE, seguido del Reino Unido, con 161.564 toneladas, el 22 % del total.

Los datos revelan que a través de España únicamente entraron 362 tn -es decir, el 0,05 %-, lo que demuestra el acuerdo tácito que los exportadores sudafricanos mantienen desde 2015 para introducir sus agrios por los recintos portuarios con menor actividad inspectora de vigilancia y control.

La entidad liderada por Ramón Mampel, según indica en su informe, considera que la previsión prematura dada en julio de la cosecha de cítricos en la Comunitat Valenciana lanzada de forma oficiosa y sin base científica por parte de una organización agraria fue tal vez la que alertó a los exportadores sudafricanos y provocó el «efecto llamada». Se habló entonces de una caída de la producción de naranjas del 28% que no se confirmó pues la Conselleria de Agricultura la redujo en septiembre en su aforo oficial al 17,7% y Andalucía al 4,3%.

Esta rumorología de escasez debió hacer reaccionar a las grandes centrales de compra,

importadores holandeses y exportadores sudafricanos. Almacenadas en cámaras frigoríficas, las decenas de miles de toneladas de Navelate y Valencia Late sudafricanas que se importaron bajo el influjo de esa falsa psicosis «fueron las que posiblemente provocaron el retraso en las ventas de nuestras NavelateValencia LateNavelinas y la innecesaria caída en los precios pese al descenso de la producción española», destaca la Unió de Llauradors.