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Trabajando y sin cobrar

José María Suescun se ha cansado de Dermoestética. Pese a contar con un plan de viabilidad elaborado tras el penúltimo ERE de hace más de un año, el pasado mes de diciembre dio los primeros pasos para bajar la persiana de forma definitiva. Primero solicitó el preconcurso de acreedores y comunicó a la plantilla la intención de ejecutar un expediente de regulación que dejará en la calle a más de 300 personas. Finalmente, el mes pasado optó por pedir el concurso de acreedores. El procedimiento por insolvencia sido admitido por el juez, que ha designado administrador concursal a Broseta Abogados. Esta circunstancia ha cortado la ejecución del ERE de extinción, del que ya había finalizado el período de consultas. La empresa quería una aplicación estricta de la ley, con una indemnización de 20 días por año trabajado con un límite de doce mensualidades, sin mayores mejoras. El futuro del ajuste de empleo y sus condiciones van a depender ahora de lo que decidan los administradores y de la situación financiera en la que se encuentre la compañía. Los trabajadores acumulan ya dos pagas sin cobrar y los representantes sindicales temen acabar en la lista del Fogasa. Hay que tener en cuenta que Dermoestética apenas cuenta con patrimonio inmobiliario pues sus locales están alquilados al propio Suescun y a terceros. Entre los activos de valor están los laboratorios de la empresa en Massalfassar por los que ha mostrado interés un empresario de Jerez, según ha publicado Valencia Plaza. Precisamente de Jerez es la actual esposa de Suescun, Lucía Medina, hija de una conocida familia de bodegueros de la ciudad.

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