La Fundación Iberdrola apoya, en el marco de la cuarta edición del programa Energía para la Solidaridad, un proyecto que va a llevar a cabo la asociación Fontilles con el fin de evitar posibles caídas de los mayores que conviven en la residencia de Vall de Laguar mediante la aplicación de las últimas tecnologías. El presidente de la Asociación Fontilles, Ramón Trénor, ha explicado al delegado de la Compañía en la Comunitat Valenciana, Julián Bolinches, que el objetivo de dicha iniciativa es controlar mediante un dispositivo la presencia en la cama de los mayores con movilidad, con el fin de saber en qué momento y durante cuánto tiempo abandonan las habitaciones, alertando así al personal asistencial que se encuentra en la residencia. Trénor ha asegurado que la finalidad es que los pacientes puedan deambular con mayores medidas de seguridad y evitar las caídas.

La Asociación Fontilles se dedica desde 1909 a la atención de los enfermos de lepra y otras marginaciones de la sociedad. Actualmente centra su actividad en diversos campos: atención hospitalaria, geriatría, cooperación, formación e investigación. En 1998 abrió el geriátrico Borja, dirigido a personas mayores con enfermedades neurodegenerativas y, en general, asociadas al envejecimiento.

La Fundación Iberdrola, que cuenta con Ignacio Galán como patrono fundador y con Manuel Marín como presidente, inició hace tres años y medio una nueva etapa en la que pretende contribuir de forma aún más activa a mejorar la calidad de vida de las personas, fomentar el respeto por el medio ambiente y el desarrollo sostenible y conservar el patrimonio histórico-artístico.

Mediante el programa Energía para la Solidaridad, la Fundación consolida su apuesta por la capilaridad en el reparto de los recursos destinados a acción social y por el apoyo a aquellas entidades y proyectos que plantean una respuesta eficaz a los problemas más acuciantes de los sectores menos favorecidos de la sociedad.