Las negociaciones entre JxCat y ERC se han encallado este jueves de nuevo por el desacuerdo que existe en el reparto de los puestos clave del Govern, han explicado a Europa Press fuentes conocedoras de los contactos.

El escenario en el que trabajan es que Carles Puigdemont (JxCat) sea presidente desde Bélgica, pero que el presidente efectivo en Cataluña sea Jordi Sànchez (JxCat), aunque está preso y podría no ejercer el cargo. Por su parte, la vicepresidencia sería para ERC.

Además, están de acuerdo en que el 50 por ciento de las Consellerias sean para JxCat y el otro 50 por ciento para los republicanos, ya que apenas les separaron 10.000 votos y dos escaños en la Cámara catalana.

Sin embargo, el conflicto empieza por cómo se distribuye el poder real en el Govern: JxCat reclama que Puigdemont tenga funciones ejecutivas, pero ERC es más reticente ante la presión judicial y propone que el poder esté en el presidente que invista el Parlament.

Si el poder recae en el presidente de Cataluña y no en Puigdemont y JxCat insiste en situar a un encarcelado como Jordi Sànchez, el protagonismo en el Govern recaería en el vicepresidente y por lo tanto en ERC.

Según la ley de la Presidencia, es el vicepresidente o conseller primero el que suple al presidente de la Generalitat en caso de "impedimento", lo que hace que esta figura secundaria cobre especial relevancia.

ERC se plantea renunciar a Junqueras de vicepresidente y situar a alguien que no esté en la cárcel, que podría ser Marta Rovira, por lo que, con Puigdemont en Bélgica y Sànchez en la cárcel, el máximo exponente del Govern sería un republicano.

Así, la disputa final es quién asume mayor poder ejecutivo en el Govern: si JxCat a través de un Puigdemont con poderes ejecutivos -algo que ERC no ve claro-, o si ERC a través de la vicepresidencia -algo que JxCat no comparte.

JxCat es partidario de que la Vicepresidencia sea para Junqueras, ya que supondría que tampoco podría ejercer un liderazgo efectivo, y ERC replica que la única potestad para elegir a los miembros que le corresponden en el Govern es suya y de nadie más.

En paralelo también negocian el reparto de las Consellerias y Jordi Turull se perfila para repetir al frente de la cartera de Presidencia, si bien tampoco podría desempeñar su cargo en caso de que le acaben inhabilitando: esto refuerza todavía más la figura del vicepresidente.

En este punto también hay disputa: si los tres primeros nombres del Govern son Puigdemont, Sànchez y Junqueras, de los cuales ninguno podría ejercer con normalidad, ERC querría para sí la Conselleria de Presidencia.

Las dos partes admiten que ha habido un parón en las negociaciones y, a la vez, no las dan por rotas, y esperan retomarlas en las próximas horas porque coinciden en que no se puede demorar más el artículo 155.

Desde que empezaron a negociar todos los avances han topado siempre con un mismo obstáculo, el hecho de que Puigdemont insista en no regresar y, a la vez, en no ceder poder al Ejecutivo que haya en Cataluña.