«¿Cómo quedaron? Ensimismados». La estampa habitual en la plaza de la Virgen es la de varias parejas de novios haciéndose fotos tras el enlace mientras los invitados esperan con cierta impaciencia su llegada al convite. Pero el pasado sábado, esas mismas parejas de novios, los viandantes, habituales o turistas se llevaron una sorpresa monumental. No eran cuatro o cinco parejas con sus correspondientes fotógrafos. Eran por docenas los que llegaban y todos juntos. No se trataba de una boda colectiva, sino una humorada de una comisión que parece dispuesta a hacerse de notar en el ejercicio. Se pretendía simbolizar la «unión» de San Vicente de Paul-Diputada Clara Campoamor con sus artistas falleros. Y así, tras vestirse todos en el casal, trajes de novia recuperados de cajas guardadas en el fondo de los armarios, trajes prestados y algún que otro remedo, combinados con trajes de corbata y vestiditos de damitas para los infantiles, fueron llegando a la plaza para asombro general. Y entre todos, un particular «ménage à trois» que protagonizaron la presidenta Sofía Parra con los dos artistas, Guillermo Rojas y Ramón Solaz, que dieron el tan particular «si quiero», aunque el contrato, ratificado con un beso a dos en cada mejilla, se firmara en la espalda de uno de los falleros y no en la sacristía de la Basílica o de la Catedral.

«El mundo de las fallas se caracteriza por la imaginación, el entusiasmo, la ilusión, y en este caso en "Diputada" hemos conseguido captar la atención y la magia de este acto tan especial y ha sido simplemente maravilloso» comentaban posteriormente en la comisión. Desde hace tiempo, y dentro de su modestia, la comisión de Diputada Clara Campoamor se ha caracterizado por plantar fallas de gran calidad, especialmente de la mano de Guillermo Rojas. Solaz, el infantil, estrena su condición de profesional logrado en el Ciclo Profesional de Artista Fallero.