Un traje de valenciana, un peinado y una mantilla y un contexto en el que, seguramente, no se las espera, no son suficiente como para que algunos espabilados se dieran cuenta. «Hemos desfilado juntas. Quizá eso ha ayudado. Sí que lo hemos oido. Decían: mira, esas son las gemelas de Mastercherf. Es gracioso escucharlo y que te reconozcan de valenciana. Estamos acostumbradas a que nos pase en la misma calle o en el autobús».

Pero Virginia y Loreto Sánchez-Ferragut eran falleras mucho antes que celebridades televisivas. «Íbamos en la última fila de nuestra comisión porque fuimos falleras mayores infantiles las dos a la vez en 2014. De la Avenida del Oeste en concreto. Más aún: una de ellas, Loreto, había tenido su punto de fama en la fiesta fallera cuando formó parte de la corte de honor infantil de 2015, la de María Donderis. Ella era la más alta en aquel grupo, la que lo cerraba. «Sólo se podía presentar una y Virginia me dejó que fuera yo».

Anécdotas del programa

Al acabar el desfile, a Virginia se la escucha dar explicaciones a amigas de la falla sobre temas relacionados con el programa: cómo tenían que vestir y cosas parecidas. No tuvieron suerte -fueron eliminadas en el primer y segundo programa, aunque estuvieron a punto de regresar en la repesca-, pero han ganado una experiencia más. «Seguimos haciendo cosas. Estos días hemos estado en un acto de la Fundación Pequeño Deseo. Y este verano iremos a uno de los campamentos de Masterchef».

Experiencia en Expojove

Loreto sabe que la corte de honor está muy bien, pero que va menos expuesta que en un programa «que nos veían en todas partes, en toda España... cuando fuimos a Expojove, que tiene un público infantil que es el que ve Masterchef... todos querían hacerse fotos con nosotras. En la corte infantil iba más en grupo... son dos cosas diferentes, pero muy buenas experiencias».

De Masterchef a la Ofrenda de este año, dos experiencias que no olvidarán estas gemelas.