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Entrevista

José Martínez Tormo: "La normativa de las falleras fue un error sin ninguna mala intención"

El directivo de la JCF reconoce que «no debimos hacer corta y pega de normas que ya existían, sino partir de cero»

José Martínez Tormo: "La normativa de las falleras fue un error sin ninguna mala intención"

P Un cambio en la secretaría general no se produce si no es por causa de fuerza mayor o por algo muy fuerte. ¿Le ha costado el cargo la aparición de las célebres normas de las falleras?

R Aunque nunca lo esperas, la directiva no puede pensar que se va a eternizar. De hecho, estás sometido a una evaluación constante, anual. Si el presidente considera que ha de hacer cambios en los cargos, lo tiene que hacer. No considero que mi salida sea una relación causa-efecto exclusivamente por aquello. Entre otras cosas, porque fue una decisión de toda la directiva. Al final han sido dos ejercicios muy intensos y complicados, sin tregua y con mucho desgaste, con un segundo año mucho más complicado que el primero, con cosas que no esperabas que pudieran suscitarse. Al final, es una decisión de la presidencia.

P Durante un tiempo, en la asamblea de presidente se pedía una cabeza, que ya tiene.

R Puede ser que algún sector de la asamblea pidiera más cosas de las que deben, porque las competencias sobre la directiva de la Junta Central Fallera están claras en el Reglamento Fallero. De la misma forma que la JCF no puede intervenir en las directivas de los presidentes. Aún así, no considero que mi marcha sea una decisión tomada a petición de esa parte de la asamblea, que sea "una cabeza que se da". Más aún, estoy convencido de que si se pregunta cuales son los cometidos de un secretario general, muchas de esas voces no los conocen ni en una décima parte.

P Pero es más que probable que, sin esa polémica, usted continuaría en el cargo. ¿Cómo lo recuerda ahora?

R Con la perspectiva del tiempo, resulta evidente que se cometió un error en el que no existía ninguna de las intencionalidades que después se describieron. Partimos de la base de que esas normas ya estaban ahí. Y estaban desde el tiempo en que mandaban quienes después las criticaron con dureza. Pensamos que esas reglas de juego, que se venían utilizando y que eran de sentido común en un gran porcentaje, debían conocerlas todas las candidatas para que supieran desde el principio lo que suponía aspirar a los cargos, sobretodo en aquellos aspectos en que pudieran ser frenos para seguir con el proceso. Pedíamos que, en caso de salir elegidas, se asumiera el compromiso de cumplirlas. Lo fácil habría sido seguir como hasta ahora, haciéndolo saber sólo a las que eran elegidas en la última fase del proceso y sin poder hacer marcha atrás, pero se decidió como un ejercicio de responsabilidad.

P ¿Fue un error hacer "corta y pega" de normas preexistentes?

R Indudablemente. Fue un error utilizar un documento que es real, que siempre había estado ahí durante años. Seguramente se tenía que haber partido de cero, mantener los artículos que son de sentido común y haber actualizado mucho más y mejor los contenidos. O, lo que es lo mismo, poner en el papel lo que llevamos dos años haciendo con naturalidad.

P Se considera que el tema cobró relevancia de verdad cuando intervinieron, y lo criticaron, Mónica Oltra y Joan Ribó.

R Como ya he dicho, todos tenemos que reconocer que una parte del documento, visto desde la óptica no fallera, es polémico y se presta a la crítica.

P Por contra, en la asamblea de presidentes de octubre salió el tema, nadie dijo nada y sólo cuando apareció en los medios de comunicación es cuando el parlamento fallero reaccionó.

R El tema no se ocultó nunca a los presidentes. Y los hay que solicitaron previamente el documento, se les explicó y no mostraron disconformidad. Reconozco que una cosa es el texto escrito, otra su explicación y otra su aplicación, que nunca se ha producido en los años que hemos estado por no hacer falta.

P Otro tema polémico fue el de la SGAE y el acuerdo que hubo que rectificar en pocos días.

R Firmamos un convenio que era una actualización del que existía desde los años noventa y que beneficiaba a las comisiones de falla en la medida que se aplicaban descuentos a las verbenas, un beneficio que nos habían pedido que negociáramos en diversas ocasiones en la misma asamblea. Aquí hay un aspecto que no se ha tenido en cuenta convenientemente: no podemos negarnos a pagar algo que, por cuestión legal, estemos o no de acuerdo, le corresponde a un tercero. La exigencia de derechos por las verbenas es algo que todo el año lo llevábamos escuchando a las comisiones. Considero que no es la responsabilidad de la JCF afrontar un gasto que para unas comisiones es más, para otras es menos y para otras es nada porque no hacen. No es lo mismo que subvencionar los monumentos falleros. Pero finalmente se hizo ese nuevo acuerdo.

P Su sustitución ha sorprendido en la medida de que las polémicas se habían enfriado.

R El tema de las normas provocó una crisis puntual, provocada por un error nuestro pero también alimentado interesadamente con unas intencionalidades muy concretas. Creo que se resolvió reaccionando como mejor se pudo en correspondencia con las fechas y el momento concreto. Y una vez pasado este tema, y antes, hay muchas otras gestiones realizadas con total normalidad y aceptación.

P Se marcha con un ambiente fallero muy enrarecido. Las asambleas son una reunión de tendencias de todo tipo y se palpa la tensión.

R Cualquiera que asista a una asamblea ve que, junto con los que hacen reclamaciones o peticiones normales, hay gente que acude con intenciones muy claras, ya sea a título personal o a título colectivo. En estos dos años, los problemas han llegado cuando han primado esos intereses personales o colectivos y no del total de la fiesta. Cuando nos hemos reunido, hemos trabajado y no han entrado en juego esos factores, los resultados han llegado. Con los jurados de falla, de la corte, con la clasificación de fallas y con tantos otros. !Si queremos, gestionar la fiesta puede ser algo apasionante y positivo

P ¿Le ha llamado alguien?

R Muchísima gente que me aprecia, las amistades de siempre y las que he hecho en estos años se han interesado por mí. También algunos que no era necesario que me dijeran nada.

P ¿De qué cosas se siente satisfecho en estos años?

R Aparte de haber formado parte del equipo que redactó el informe que se presentó a la Unesco alcanzar la condición de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y de haber participado en los dos últimos años de la gestión de este acontecimiento, de haber tratado de poner orden en la gestión económica y en la administración, de haber conseguido más patrocinios, de que se pague más a los pirotécnicos, de que se nombre a los artistas cuando se dan a conocer los premios, de tener una Exposición del Ninot digna, de haber colaborado en una mayor promoción de la fiesta, de entablar relaciones con otras administraciones, de colocar las Fallas en algunos ambientes académicos y profesionales de ámbito internacional y de todas aquellas otras muchas cosas de las que todos, como equipo, hemos sido responsables para bien. Pero también de haber trabajado con esos más de doscientos voluntarios que vienen a la Junta Central Fallera y dedican su tiempo libre a trabajar por la fiesta y con los que he tenido la oportunidad de compartir muchísimos buenos momentos desde que entré en Junta Central Fallera hace nueve años.

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