La pirotecnia valenciana ha perdido a uno de sus profesionales históricos. Antonio Arnal ha fallecido como consecuencia de las complicaciones surgidas tras un accidente doméstico.

Arnal forma parte del particular olimpio de profesionales de la pirotecnia que elevaron el nivel y el prestigio de la particular denominación de origen valenciano. Desde su fábrica en Moncada alternó con los granes de su género, incluyendo a las familias Caballer (con todas sus acepciones) y Brunchú, siendo su presencia obligada en todos los grandes acontecimientos.

Tras un accidente sufrido en la Semana Grande de San Sebastián en 1985 acabó por vender la empresa y la marca a Juan Vicente Jurado. En los últimos años recibió diferentes homenajes en reconocimiento a la trayectoria del que está considerado por todos los expertos como "uno de los grandes".