El viento se ha convertido en la gran amenaza para las fallas a apenas unas horas de acabar la plantà y cuando las infantiles ya están finalizadas. Es el elemento al que más temen los artistas, mucho más que la lluvia, y éste se ha levantado desde las dos de la madrugada, soplando con fuerza en muchas partes de la ciudad, lo que va a convertir la jornada en un continuo sinvivir para artistas y falleros

Algunos monumentos ya han sufrido los estragos. Por ejemplo, Pintor Segrelles, cuyo remate se ha ido al suelo. La figura es prácticamente irrecuperable, puesto que se alzaba formando una diagonal y precisamente el punto de apoyo ha quedado literalmente serrado al vencer su peso. La comisión procurará salvar la figura principal, un oso panda, arrimándolo a las bases. Pintor Segrelles es una demarcación de riesgo, al estar en una amplia explanada. Es precisamente en ese tipo de espacios donde el riesgo va a ser mayor.

Otro de los incidentes más llamativos ha sido la caída del hacha de la figura principal de Ciscar-Burriana, y que ha provocado un herido leve al caer sobre la cabeza de un hombre de 45 años, ajeno a la falla y que se encontraba en la zona. La herida de carácter leve, le ha provocado una brecha en la cara.

También se ha volcado la falla infantil de Camino de Moncada-Pintor Jacomart, en unas condiciones muy parecidas. Otras comisiones han visto como elementos de adorno o incluso ninots se caían por el empuje del aire.