Convento Jerusalén celebró su 125 aniversario con un efecto pirotécnico antes de que sus enormes volúmenes ardieran sin incidentes, bien controlados por los bomberos. Convento quemó a las doce y media en su condición de ganadora de Especial y en poco tiempo estaba consumida.

No sucedió lo mismo en Cuba-Literato Azorín, donde el vuelco de una caja pirotécnica provocó la salida descontrolada de un cohete, aunque no llegó a causar ningún herido, pero sí un susto monumental.