La fiesta popular en la playa del pasado jueves no supone el final de los actos populares celebrados con motivo de la festividad de San Juan o del solsticio de verano. Queda una noche muy larga, la de hoy, en la que las comisiones de falla apuran la opción que tenían para plantarse en medio de la calle y organizar «festes al carrer» hasta las tres de la madrugada. Si el pasado fin de semana fueron 124 las que organizaron actividad, en esta ocasión serán 160, en lo que supone una forma prácticamente definitiva de cerrar la primera parte del ejercicio, más alllá del punto de reunión que supondrá la celebración, a partir del próximo fin de semana, de las preselecciones a la corte de honor.

Normalmente, son fiestas individuales, aunque también empieza a instalarse la fórmula de las organizaciones conjuntas, tal como hicieron el pasado fin de semana las comisiones de Reino de Valencia-San Valero, Mercat de Russafa, Tomasos-Carlos Cervera, Doctor Serrano y Vivons.

De todos los actos, el más esperado por especial es el que organiza la comisión de Almirante Cadarso-Conde Altea: el disparo de un «engrallat», una manifestación pirotécnica que en Valencia sólo se dispara en esta demarcación, y que fue suspendido en las pasadas vísperas de la festividad de la Virgen de los Desamparados. La calle Almirante Cadarso acoge, en toda su extensión, la disposición de los pequeños ingenios de hierro que se rellenan de pólvora.

El acto, que incluirá también una exposición fotográfica de este espectáculo, tendrá lugar a las ocho y media de la tarde.

Otro acto poco habitual es el que organizará Norte-Dr. Zamenhoff a las ocho tarde: un concierto de banda de música, concretamente la de Benifaraig, aunque a las once de la noche llegará la normalidad de una discomóvil. Otros, como García Morato-Yecla, han tematizado toda su jornada con motivos de la Fórmula 1, incluyendo la «parrilla», que será de hierro y con carnes por encima. Verbenas o música «enlatada» ocuparán todas las noches, pero previamente habrá comidas masivas, castillos hinchables, actos infantiles, talleres y completarán la jornada, con la que las comisiones pretenden tanto hacer labor social entre sus falleros como obtener ingresos extra con la venta de comida y bebida.