El alcalde de Picanya, el socialista Josep Almenar, defiende que la gestión del agua es «impecable» en la población y lo ha sido en los últimos 30 años. El mandatario recuerda que la red ha experimentado un proceso paulatino de mejoras y recrimina al PP que haya generado desconfianza con sus críticas.
Almenar recuerda que el consistorio asumió la gestión en los años 80, que hasta entonces tenía una antigua compañía, y en la población había desde fincas sin alcantarillado hasta problemas de suministro en las viviendas altas. Una de las primeras acciones explica que fue la construcción de un depósito de agua enterrado y otro gran hito considera que fue la comunicación de la red local con la metropolitana, al detectarse en este municipio —como en otros del entorno— un nivel de nitratos por encima de la ley.
En los años 90, Picanya suscribió un acuerdo con el Ayuntamiento de Torrent para que la empresa mixta del agua impulsada por la capital de la comarca, Aigües de l'Horta, gestionara el servicio, «lo que supuso la colocación gratuita de contadores, ya que no existían y se detectaba despilfarro».
El alcalde defiende que para dar una cobertura «más legal» a aquel acuerdo, este consistorio con los de Aldaia, Beniparell, Xirivella y Alfara del Patriarca constituyeron un Consorcio, que dio la gestión a Aigües de l'Horta. «El objetivo era que se sumaran más pueblos y llegara a ser metropolitano, como se produce en Francia«, explica.
Para Almenar, aquello significó otro salto cualitativo en la modernización de la red de agua y la de saneamiento ya que «se ha realizado mucha inversión que no se ve». A raíz de la petición del PP de conocer con detalle en qué se han gastado los 2,4 millones que anticipó Aigües de l'Horta para obras de mejora, el mandatario insiste en que «no se puede paralizar el ayuntamiento para buscar papeles» y de ahí que ha estimado contestarles en tres meses.
Almenar critica que los populares vean «sospechosa» esta respuesta y se pregunta «si no ven más sospechosas las actividades de Cotino, la trama Gürtel, la financiación en B de su partido». «Sólo tienen que ver que en Picanya, todos los que se han enriquecido por la especulación siguen al PP», incide para reclamar a los populares que «expliquen su modelo y si van a poner el pueblo en manos de los especuladores si llegan al gobierno».
Sobre la crítica popular al elevado coste del recibo del agua, asegura que el consumo cuesta una media de 0,50 euros al día, a los que hay que añadir «los impuestos creados por el PP como la Tamer, que aumentó un 150% aunque ahora baje un 7%, y el grupo popular no dijo ni pío en el pleno, sino que nos llamó insolidarios a nosotros», además de recordar que «Mariano Rajoy ha subido 50 impuestos»
