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Paterna

Una madre reclama una plaza pública en un colegio de la Canyada para su hijo

Al haber pedido como primera opción un concertado, se quedó su sitio y la enviaban a Paterna

Iris tiene un hijo de tres años y vive en La Canyada. En abril realizó una preinscripción en los colegios donde quería matricular a su hijo en este núcleo de Paterna. Su primera opción fue Escuela 2 —un centro concertado cuyo precio es de 60 euros al mes— y la segunda, el La Font —uno público—.

El hijo de Iris no fue admitido en ninguno pero, según el ayuntamiento, le dieron seis alternativas en el casco urbano. «Aunque La Canyada sea un barrio de Paterna, está alejado del centro, a siete kilómetros por carretera y es imposible ir andando hasta allí con un niño de tres años», explica Iris.

Para intentar solucionar el problema, en el que 14 niños se encontraban también, se le ofreció a Iris el colegio de La Canyada Santo Tomás de Aquino. «En un principio decidí aceptar pero cuando vi que tenía que pagar 200 euros al mes y entre 400 y 600 por el uniforme me tiré para atrás», detalla.

En el fondo está el «distrito único», aprobado en 2013 por la entonces titular de Educación, Maria José Catalá, que suprimió las zonas como criterio puntuable. «La gente de Paterna tiene la misma puntuación en colegios de la Canyada que los propios residentes», se queja Iris. Fuentes municipales indican que muchos padres, pese a ser de Paterna, inscriben a sus hijos en colegios de La Canyada al creerlos «mejores».

«Al final te encuentras con que te dan una plaza fuera de casa y de línea castellana», sentencia Iris. «En la Canyada, hay dos colegios públicos y tres concertados que, entre todos, ofertan 143 plazas en línea castellana y solo 25 en valenciana», critica.

La consecuencia es que 14 familias han visto cómo sus hijos no podían acceder a los colegios de La Canyada. «Unos han decidido tragar y matricularlos en Paterna y los que han podido pagarlo, los han inscrito en los de pago», cuenta.

Por ello, Iris solicitó que se aumentara en uno (de 25 a 26) el ratio en La Font o que se dividiera en dos la clases. «Se lo pido a La Font porque sé que tiene un aula más pequeña desocupada y ya hay un precedente. En 2007 se habilitó un aula porque alumnos se quedaron sin plaza como ahora», afirma Iris. Sin embargo, la inspectora de Educación de Paterna lo ha denegado al alegar que quedan vacantes en Paterna. «No se da cuenta que los niños no son vacantes sino personas que se enfrentan por primera vez a un lugar nuevo».

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