El nuevo equipo de gobierno de Silla, un cuatripartito integrado por PSPV, Compromís, EUPV y Silla En Democracia, ha acordado el cierre del local de capeas en el que hace un año una mujer quedó tetrapléjica al saltarle un hombre encima cuando huía de una vaquilla. El establecimiento, que llevaba años en funcionamiento sin contar con las correspondientes licencias, había sido requerido en diversas ocasiones por el ayuntamiento aunque éste jamás había llegado a actuar contra él.
En la actualidad, el procedimiento de clausura se encuentra en trámite de audiencia para que el propietario pueda presentar alegaciones a la decisión municipal si lo así lo considera pertinente. Fuentes del consistorio señalaron ayer a este periódico que «es muy probable» que el dueño de las instalaciones «recurra el cierre», aunque habrá que esperar hasta finales de mes para saber si finalmente lo hace. En caso de que no se oponga, la clausura sería inminente.
El cese del funcionamiento del corral de prueba se apoya en la falta de espacio para desarrollar tal actividad. La Ley de Espectáculos exige una parcela mínima de 5.000 m2 para poder celebrar capeas y el establecimiento de Silla apenas dispone de 2.265, tal como detallaron fuentes municipales. «En principio „agregaron„, no parece que el negocio vaya a poder ampliar» su superficie debido a que «los terrenos de alrededor están muy consolidados», por lo que el equipo de gobierno ha decidido acordar su cierre.
El ayuntamiento ya ha remitido el acuerdo gubernamental a la Conselleria de Gobernación «para que incoe el procedimiento tendente a desentrañar si los hechos detectados son constitutivos de una infracción». A juicio del consistorio, el establecimiento ha incurrido varias veces en «infracciones muy graves», algo que únicamente puede sancionar el Consell. No obstante, hasta hace apenas unas semanas, no había constancia de que hubiese sido multado.
Sin actuaciones municipales
Esta es la primera vez que el ayuntamiento actúa contra el local pese a que desde hace años sabe que en él se celebraban actividades taurinas para las que la ganadería no tenía licencia. Según el actual alcalde de Silla, el socialista Vicente Zaragozá, la inactividad municipal ha sido especialmente intensa durante el mandato del PP, cuyo cabeza de lista, el exmandatario Serafín Simeón, es un reconocido aficionado a los toros que incluso llegó a presidir una de las peñas taurinas de la localidad.
De hecho, insistió Zaragozá, «nada más llegar el PP al poder en 2011, prácticamente lo primero que hizo fue dejar sobre la mesa el asunto de las capeas y no fue hasta el gravísimo accidente ocurrido el año pasado cuando por fin se decidió a actuar».
Algo similar, añadió, le sucedió al propietario del establecimiento de capeas, puesto que «fue a partir de entonces cuando demostró interés por regularizar la situación» del local. Hace unas semanas, el dueño solicitó al consistorio un informe urbanístico sobre su parcela, el primer paso para legalizar la actividad del corral de prueba. Fue a raíz de esa actuación cuando el ayuntamiento descubrió que no cumplía los requisitos legales y acordó su clausura.
Sin embargo, podía haberlo hecho mucho antes puesto que el primer requerimiento es del 4 de mayo de 2009. Entonces le exigió que cesase de manera inmediata su actividad tras un informe en contra de la Policía Local y otro del técnico de Medio Ambiente. El propietario alegó que no era él quien celebraba las capeas, sino que alquilaba las vacas por un lado y el espacio de tienta por otro.
