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Un cura de Alaquàs suprime dos clavarías

La parroquia suspende las fiestas de los Dolores y la Asunción al alegar en los últimos 15 años son «para el lucimiento de las clavariesas»

Los consejos parroquiales de Nuestra Señora de la Asunción de Alaquàs han decidido suspender las procesiones y las misas solemnes de la Asunción y de la Virgen de los Dolores al considerar que se han convertido en un «desfile para lucimiento de las clavariesas». Esta consideración sobre la labor realizada hasta ahora por las clavariesas ha generado un evidente malestar entre algunas de las mujeres que se han dedicado a organizar los festejos en los últimos años. Y es que, según refleja el «acuerdo de consejos parroquiales», la suspensión de las procesiones se decide tras revisar «el desarrollo de estas fiestas durante el periodo comprendido a lo largo de los últimos quince años».

Los consejos aseguran haber detectado «una ausencia total y absoluta de la comunidad parroquial, esto es, la feligresía, tanto en las misas como en las procesiones»; y que «la vez que más personas de la comunidad se han hecho presentes a penas han ido diez o quince personas».

«Ciertamente „continúa el escrito bajo el título de "La Parroquia Parla"„, ambas fiestas se han convertido en una fiesta de calle donde la procesión pasa a ser un desfile de lucimiento de las clavariesas» y «por ello, la feligresía ha perdido el interés por participar y compartir su fe en estas fiestas». «En consecuencia, la parroquia no se siente involucrada ni considera esas celebraciones como propias de la vivencia de fe de la comunidad», concluye. Por todo ello, los consejos parroquiales deciden «suspender las procesiones tanto de la Asunción como de la Virgen de los Dolores, así como de las misas solemnes de estas fiestas».

Preguntado por Levante-EMV, el sacerdote de la Asunción, Vicent Estarlich, se limitó a señalar que la decisión de suprimir los actos de ambas clavarías (y por tanto, ambas clavarías) la han tomado los consejos de la parroquia en su conjunto «después de mucho tiempo analizando la situación», y subrayó que la supresión es «para siempre». No quiso el párroco dar ninguna «opinión personal» sobre esta decisión, más allá de lo expresado en el escrito de los consejos parroquiales.

Tampoco las «basquinyes» de 2016 (las jóvenes que serán clavariesas de los Dolores en 2017) han querido de momento hacer alguna valoración al respecto. Sí se pronunció ayer una clavariesa de los Dolores de 2015 (celebró la fiesta en septiembre), que consideró «una lástima» que otras chicas «que estaban esperando vivir lo que he vivido yo no puedan hacerlo. Espero que la parroquia cambie su decisión porque si no se celebra la fiesta Alaquàs perderá en ilusión, tradición y sentimientos».

La joven aseguró que, en su caso, la decisión de ser «fadrina» la tomó «porque me hacía mucha ilusión, pero no por llamar la atención o lucirme, sino por sentimiento de pueblo». La clavariesa reconoció que puede haber habido alguna compañera menos devota «pero es injusto que por esos casos nos califiquen así a todas».

En el mismo sentido se pronunció ayer una clavariesa de 2014: «Quizá no somos de ir a misa todos los domingos, pero sí asistimos a todas las procesiones de Semana Santa, participamos en todos los actos y siempre fuimos muy respetuosas». La joven „que también consideró «injusto» que la parroquia extienda sus críticas, si hacer distinciones, a las clavarías de los últimos 15 años„ resaltó que «si yo hubiera querido lucirme en la procesión, me hubiera gastado mucho más dinero en el traje».

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