Corría el año 2000 cuando una treintena de empresarios de Moncada decidieron unir sus fuerzas como un interlocutor único con el ayuntamiento. Eran tiempos en los que se atisbaba un salto adelante económico, con un aumento del suelo industrial en esta localidad de l'Horta Nord que no siempre venía acompañado de mejoras en los polígonos ya existentes. Nacía así la Asociación de Empresarios de Moncada (Aemon) que, quince años después, ya no es sólo de Moncada, sino que también incluye a empresarios de Alfara del Patriarca y Nàquera; y de los 30 empresarios iniciales se ha pasado a los 110 de la actualidad.
Según asegura su gerente Diego Romá, en estos quince años de trayectoria Aemon se ha consolidado como una de las asociaciones de empresarios más importantes de la Comunitat Valenciana. «A diferencia de otros polígonos donde hay constituidas entidades de conservación a las que hay que pertenecer obligatoriamente, las empresas que forman parte de Aemon lo hacen de forma voluntaria porque sus responsables tienen un objetivo común: que los polígonos sean espacios dignos para los hombres y mujeres que trabajan en ellos», señala Romá.
«De momento —añade el gerente—, el 99 % de los cinco polígonos que forman la asociación comparte el mismo problema: siguen siendo el último barrio de sus respectivos municipios en cuanto a mantenimiento, conservación y limpieza, por no hablar de los problemas de seguridad». «Pero aún así, y aunque la administración local es lenta a la hora de reaccionar, los objetivos que nos marcamos hace quince años se van cumpliendo: se van rotulando calles, se han instalado carteles directorios y el alumbrado funciona mejor, además de existir una mayor coordinación entre los empresarios, la Policía Local y la Guardia Civil», añade el gerente.
Francisco Camps Bailach, presidente de Aemon, añade otras reivindicaciones como la consolidación del polígono III de Moncada (proyecto actualmente paralizado) y el cumplimiento por parte del consistorio del compromiso de ceder una parcela a la asociación para instalar allí su sede «y estar así más cerca de nuestras empresas». Camps explica, no obstante, que su relación con las administraciones públicas es buena y destaca, por ejemplo, la decisión del actual gobierno de Moncada de destinar 80.000 euros de la subvención de la diputación a mejoras en los polígonos, o la disposición del Consell a aprobar una ley sobre el funcionamiento de las zonas industriales.
«Ahora Aemon está en una fase de consolidación —añade Camps—, pero debemos conseguir que más empresas formen parte de este proyecto, y para ello necesitamos demostrar que podemos conseguir crear entre todos una zona industrial atractiva».
Aunque cuenta entre sus miembros con alguna gran empresa y firmas internacionales, Aemon está compuesta principalmente por pequeñas y medianas empresas que le otorgan a este conjunto industrial de l'Horta Nord un carácter heterodoxo que ha capeado la crisis como ha podido. «Para este tipo de empresas han sido años duros y algunas se han quedado por el camino —explica Romá—. Pero ya se está notando una mejoría bastante lenta, sobre todo para aquellas que han tenido un carácter más exportador y han logrado salir fuera».
