El pleno municipal de Paterna aprobó el pasado martes por la tarde una moción presentada por Compromís en la que se declara el municipio «comunidad educativa libre de expulsiones» de alumnos conflictivos de sus colegios. En palabras de la formación valencianista, su moción «pretende evitar la expulsión del sistema escolar de alumnado con dificultades de comportamiento», así como establecer «convenios de colaboración con entidades e instituciones locales de carácter social y humanitario para que contribuyan a la tarea de prestación de servicios externos a la escuela como medida correctora positiva del alumnado».

La moción también reclama que el ayuntamiento «ponga los medios, humanos y económicos, necesarios para que estas medidas puedan llevarse a cabo sin cargar de más trabajo a la comunidad educativa».

El PSPV —que gobierna el consistorio en minoría— votó en contra de la moción y señaló que esta declaración «es una invasión de las competencias de la comunidad educativa». La concejala Nuria Campos criticó que no se haya consultado al Consejo Escolar Municipal antes de llevar a pleno la propuesta «en una acción unilateral que no cuenta con el respaldo de la comunidad educativa», además de advertir que la medida «debería en cualquier caso partir de conselleria y no del ayuntamiento».

Compromís sustenta su propuesta en un informe de la Academia Americana de Pediatría en el que, según esta información, se asegura que «los alumnos que son expulsados de clase o del colegio tienen un riesgo diez veces mayor de acabar abandonando la escuela, que aquellos que nunca han recibido este tipo de castigo».

Por ello, y según subrayó la regidora Carmen Gayà «se recomienda, en estos casos, una intervención positiva sobre el comportamiento y un programa de apoyo con medidas preventivas, medidas escasamente contempladas a los programas de control de absentismo».