La decisión de la Junta de Gobierno de Torrent de modificar el Reglamento Fallero para revocar la obligación de que las mujeres lleven la banda en actos oficiales promete semanas de intensos debates en el mundo festivo de la capital de l'Horta Sud. El uso obligatorio de la banda fue propuesto por la Junta Local Fallera (JLF) con el voto a favor de 26 de los 28 presidentes, y aprobada por el pleno en abril con los votos a favor de PP y PSPV. Ahora los socialistas consideran que «no concurren circunstancias de índole cultural, social o artísticas que hagan necesario establecer obligaciones» como el del uso de la banda.

Ayer mismo, Felipe Mantas, «president de l'any» de Torrent (una figura elegida por los representantes de cada comisión para que actúe de portavoz ante el consistorio) ya mostró su desacuerdo con esta medida «porque cambia sin consultar una decisión que habían tomado los presidentes de las fallas tras meses de intenso trabajo». Y Mario Atienza, presidente de la falla Toledo „impulsora de la iniciativa para «uniformizar» el uso de la banda„, también criticó la decisión del ejecutivo que preside Jesús Ros de «saltarse a la torera la resolución mayoritaria de las comisiones».

Por su parte, el vicepresidente de la Junta Local Fallera, Martín Leal (el presidente es el concejal de Fiestas Alfred Costa), recordó que la junta es una «organismo dependiente del ayuntamiento» y que, por lo tanto, «aceptará lo que el ayuntamiento diga»; pero auguró que en la asamblea general prevista para el próximo 21 de enero, a la que acuden los presidentes y los representantes municipales «será bastante movidita».

En el lado contrario a Mantas y Atienza está, por ejemplo, Alfredo Andreu, presidente de la falla Cronista Vicente Beguer Esteve, comisión que había abolido esta prenda hace una década, y cuyas mujeres anunciaron su negativa a recuperarla, e incluso prepararon una queja al Síndic de Greuges por discriminación y por considerarlo «un retroceso en derechos que no vamos a tolerar». Andreu prefirió ayer no pronunciarse respecto a la decisión del PSOE hasta que no sea definitiva (aún se pueden presentar alegaciones), pero volvió a considerar «incomprensible» imponer la obligación de la banda «ya que no supone ninguna mejora para la fiesta de las fallas». El representante de Cronista recordó que fueron las alrededor de 80 falleras adultas de esta comisión quienes de forma autónoma se negaron a llevar la banda, pero que han sido más de 240 las alegaciones contrarias a la modificación que en su día se hizo del reglamento, basándose en la vulneración de la igualdad por razón de sexo prevista en el artículo 14 de la Constitución.

Fue el pasado 21 de diciembre cuando la Junta de Gobierno Local aprobó modificar el artículo 48.2 del Reglamento Fallero de Torrent, modificado en abril para establecer la obligatoriedad de que las falleras llevaran la banda en los actos oficiales. Con la modificación, el reglamento vuelve a establecer que «en todos los actos oficiales organizados por Junta Local Fallera, podrá ser utilizada la banda por todas las componentes de las Cortes de Honor de las comisiones, si así lo decide la propia Comisión por mayoría simple». Es decir, la JLF deja en manos de la comisiones la decisión de que sus mujeres lleven o no la banda.

Primero fue la Junta Local Fallera (formada por la asamblea de presidentes y el Organismo Autónomo Municipal) quien aprobó por mayoría „26 de los 28 presidentes„ varias propuestas de modificación del reglamento, incluyendo el del uso obligatorio de la banda. «Fue una decisión tomada por la mayoría de falleros, debatida y trabajada, que no debería estar sometida a temas políticos como ha pasado ahora», explicaba ayer Mario Atienza.

La decisión de la JLF se sometió al pleno en abril de 2015, que aprobó la modificación del reglamento con los votos a favor no sólo del PP, que entonces era el partido de gobierno, sino también del PSOE. En aquella ocasión, los socialistas reconocieron a Levante-EMV que la nueva reglamentación era cuestionada por una parte del grupo municipal aunque finalmente decidieron apoyarla porque una mayoría considerable de comisiones lo había solicitado. También la entonces alcaldesa Amparo Folgado defendió que los falleros eran los que se había «autorregulado» y que la banda es importante «porque lleva la senyera».

Sólo Compromís votó que no y defendió un argumento similar al que utilizaron las decenas de alegaciones que solicitaban la libertad de uso de la banda fallera: planteó que la banda no podía ser obligatoria puesto que no formaba parte de la indumentaria histórica, además de ser una medida discriminatoria con las mujeres vinculadas a la fiesta pues no existe un requisito similar para los hombres, referente por ejemplo al fajín.