Los dispositivos instalados en cinco municipios del l'Horta para cazar a los conductores que se saltan el semáforo en fase roja cumplen un año. Los conocidos como fotorrojos es un proyecto que adjudicó la Mancomunitat a finales de 2014, en la última etapa del Partido Popular, con Soledad Ramón en la presidencia. La concesión se firmó por cuatro años con un montante de 949.000 euros. Así, se adhirieron Catarroja, Sedaví, Picanya, Massanassa y Beniparrell. Los municipios se llevan el ingreso de las sanciones, menos un 20% que va para la empresa, que es la encargada de remitir a cada consistorio las imágenes con los infractores cazados.
Entre junio de 2015 y mayo de este año las cámaras han registrado 34.703 multas. A la cabeza se encuentra Catarroja con 16.517, seguida de Sedaví, 8.132; Massanassa, 4.810; Picanya, 4.101; y Beniparrell, 1.143. La tendencia de sanciones ha sido a la baja ya que en el primer mes de funcionamiento se llegaron a cifrar 3.241 infracciones en Catarroja, 1.640 en Sedaví, 1.405 en Picanya, 1.103 en Massanassa y 650 en Beniparrell. Estos datos contrastan con los recogidos el pasado mayo. Beniparrell, 1; Picanya, 79; Massanassa, 111; Sedaví, 208; y Catarroja, 627. El pronunciado descenso está claramente justificado en que los residentes ya saben donde se encuentran las cámaras y son los despistados o los visitantes los cazados. Aun así, la media asciende a 2.892 multas al mes, por encima de las 96 diarias.
En cuanto al importe de las sanciones hay una notable diferencia entre la cantidad que suponen las multas y lo que han recaudado en la Mancomunitat de l'Horta Sud. De tal forma que si se han registrado 34.703 infracciones, a 200 euros cada una „más la retirada de cuatro puntos del carné„el volumen asciende a 6.940.600 euros pero a 31 de mayo sólo se han pagado 1.751.380 euros, un 25,3%. Como en cualquier multa, el afectado tiene un 50% de descuento si lo abona dentro del plazo voluntario.
En cuanto a los municipios, Catarroja ha ingresado 744.871 euros, Sedaví, 442.291 euros; Massanassa, 260.800; Picanya, 238.959 euros; y Beniparrell, 64.458 euros. La tendencia no es tan lineal a la baja como las multa sino en forma de diente de sierra al registrarse un ingreso pronunciado con conforme se producían las sanciones y poco a poco han ido descendiendo a la par que las infracciones. Entre octubre y noviembre pasado fueron los meses de mayor captación con 360.906 y 346.958 euros. Por contra, los menos fructíferos fueron julio, un mes después de la implantación, con 15.860 euros y marzo, con 75.582 euros.
La proliferación de sanciones, sobre todo en los primeros meses, provocó un aluvión de quejas de los residentes ante sus consistorios, llegando a amenazar a alguno de los alcaldes por la instalación del sistema, aprobado en la anterior legislatura. De hecho, cuatro municipios aumentaron al máximo la fase ámbar de los semáforos para reducir el impacto sancionador. También un infractor llegó a esperar a un empleado de la Mancomunitat, licitador y recaudador, para seguirle hasta su casa y amenazarle de muerte si la DGT le quitaba el carné de conducir por las infracciones de los fotorrojos.
