Malena y Jordi son los padres de Marta y aseguran que nunca habían imaginado que su hija se dedicara al ajedrez, de ahí que estén viviendo esta afición de su hija con gran entusiasmo.
¿De dónde le viene la afición a su hija?
Pues no tenemos ni idea. Ha sido una sorpresa para todos. Su padre jugaba de vez en cuando pero nunca en plan serio. Además nunca ha sido una niña que le gustasen las actividades extraescolares. Pero un día nos dijo que quería que le apuntásemos a un club de ajedrez, y como se le daba bien pues la apoyamos.
¿Los viajes es lo más duro para la familia?
Intentamos acompañarla o su padre o yo porque por ejemplo con 15 años ya se pasó diez días en Menorca y no íbamos a dejarle ir sola, aún es menor.
¿Cómo podéis compaginarlo con el trabajo?
Por suerte tenemos una empresa propia, y la gran parte trabajamos on line y eso nos da muchas facilidades.
¿Les gusta que su hija haya apostado por el ajedrez y no por otro deporte?
Lo más importante es que a ella le apasiona, y además a nivel cognitivo favorece el desarrollo de capacidades. Sí es verdad que hay veces que hay un exceso de competitividad que hay que saber gestionarla, pero eso también le ayuda a afrontar diferentes situaciones de estrés.
¿Le ayudáis a compaginar su pasión con los estudios ?
Ella se organiza muy bien. Tiene su tiempo para estudiar y su tiempo para el ajedrez. Ahora que empieza la temporada fuerte y que no hay colegio le dedica más tiempo al ajedrez. Los grupos de tecnificación de la Federación ayudan mucho. Ella ha sacado muy buenas notas así que en ese sentido no hay ningún problema.
¿Y hasta cuándo?
Mientras que a ella le siga gustando jugar al ajedrez y siga progresando, nosotros le apoyaremos siempre.
