«Desde este momento me encuentro con miedo y temor por lo que me pueda pasar a raíz de esto», denuncia una de las funcionarias. «La recepción de dicha carta condiciona mi vida privada y la relación con mi trabajo», lamenta otra. «Vivimos en Massalfassar y no sabemos lo que puedan hacer los partidarios de los investigados», advierte la tercera, que también lamenta la muerte del perro Nerón «porque era uno más de la familia».