Ocho años después de que el primer contenedor se instalase en el antiguo colegio Rosa Serrano, los barracones escolares desaparecen por fin del mapa escolar de Paiporta. La Generalitat entregó ayer al ayuntamiento las instalaciones del nuevo CEIP Rosa Serrano y, seis meses depués de que las obras se acabaran, ya está todo a punto para la mudanza desde las actuales dependencias a las recién construidas.

«Con el acto de este viernes se cierra un periodo de ocho años en el que centenares de niñas y niños paiportinos han sufrido la carencia de las mejores condiciones para asistir a clase „señalaba ayer el ejecutivo local que preside Isabel Martín en un comunicado„. El gobierno valenciano atiende por fin la larga reivindicación de padres, madres y alumnado, que han luchado intensamente para que esta infraestructura sería una realidad».

El ayuntamiento señaló ayer que «ya ha puesto en marcha todos los mecanismos y ha movilizado el personal municipal y de la empresa municipal Espai, en coordinación con la dirección del centro», para que el próximo lunes empiece la mudanza desde la actual ubicación del CEIP Rosa Serrano. A lo largo de toda la semana próxima se realizará este traslado, y el próximo mes de septiembre, el curso 2016-2017 ya empezará al nuevo edificio.

En total, la conselleria de Educación, Investigación, Cultura y Deportes ha invertido 2.499.029 de euros en esta instalación, que sustituye el antiguo edificio y cuenta con todas las comodidades y requerimientos que garantiza la ley actualmente. «La construcción de este colegio ha sufrido un retraso de ocho años debido a la pésima gestión del anterior gobierno valenciano, que ha obligado a más de una generación de niños y niñas paiportinas a pasar toda su educación primaria en barracones, con la incomodidad y la precariedad que ello conlleva», añadió el tripartito Compromís, PSOE y Podeu.

Tras años sin que se moviera una piedra y con varias generaciones de niños realizando toda su educación primaria en barracones, en marzo de 2015 se iniciaron las obras del nuevo colegio y terminaron a principios de este año, pero hasta ahora la Conselleria de Educación no había autorizado el traslado por «un defecto de forma» a la hora de gestionar un modificado en el presupuesto (37.000 euros sobre el total de 2,5 millones de euros), que paralizó el expediente en la Intervención Delegada de Vivienda. Y eso que, según denunciaba el pasado junio la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA), responsables de Conselleria de Educación y de Vivienda se habían reunido con ellos, con la dirección del centro, la alcaldesa y el concejal de Educación, y «se comprometieron a agilizar todos los trámites con el fin de que se pudiera realizar el traslado antes de final de curso».

El ayuntamiento explica que durante estos años de «barracones» los diferentes equipos docentes del CEIP y la AMPA «han trabajado para aligerar estas condiciones adversas con infinidad de actividades innovadoras, talleres y proyectos de enseñanza transversal gracias a un gran trabajo diario».

«Un sueño hecho realidad»

Al acto de entrega de la obra ayer asistieron la alcaldesa de Paiporta, Isabel Martín, el concejal de Educación, Toni Torreño, y otros miembros del equipo de gobierno, así como técnicos de la Generalitat y de la empresa constructora. «Para el equipo de gobierno que represento, éste es un hito importantísimo, un sueño hecho realidad que es mérito de todos y todas, de todo el pueblo», explicaba ayer la alcaldesa. «El retraso en la puesta en funcionamiento de este centro y los prejuicios causados al alumnado y la comunidad educativa es el ejemplo más clarificador de una gestión pésima del anterior Consell, de su desidia y diría que, incluso, de la corrupción imperante en los procesos de construcción de los centros educativos valencianos», añadió.

«Se ha atendido por fin una demanda histórica de Paiporta, y estamos muy satisfechos de que las niñas y niños del CEIP Rosa Serrano vayan a tener, por fin, un colegio en condiciones dignas», comentó el concejal de Educación, Toni Torreño, que calificó el día como «un momento histórico, por todo el sufrimiento que han pasado cientos de niños de Paiporta».