Hace tiempo que la Plaça de la Constitució de Alboraia dejó de ser la plaza del pueblo. Vecinos, comerciantes y el propio ayuntamiento, han visto como el desarrollo urbanístico ha desplazado al ensanche el epicentro de la vida social y empresarial de la localidad. Pese a tener la iglesia de la Asunción y la Casa del Conde de Zanoguera, pese a conservar algunos negocios y viviendas centenarias, pese a que en su cuerpo principal desembocan varias calles estrechas que conservan el espíritu islámico, son pocos los niños y adultos que deciden aprovechar este espacio público para comprar o pasar el tiempo. Su aspecto tampoco es el mejor: el pavimento colocado tras una reforma en la década de los 80 está sucio y quebrado en numerosos puntos, y los árboles desprenden demasiadas hojas. Hay incluso una cabina telefónica que casi nadie utiliza ya.
Por todo eso, el ayuntamiento ha decidido sacar a concurso el rediseño de la plaza y las calles adyacentes. El objetivo, según explica el alcalde Miguel Chavarría, es unificar la estética de este espacio de 3.204 metros cuadrados, peatonalizarlo al máximo cortando el acceso al tráfico en sus extremos y cambiar el pavimento. «En definitiva „señala„ lo que queremos es hacer de nuevo atractivo el casco histórico, atraer el comercio y que la gente viva la plaza de nuevo».
Se han presentado 17 proyectos a cargo de otros tantos estudios de arquitectura e ingeniería cuyos nombres se harán públicos esta tarde cuando un jurado formado por tres arquitectos, representantes de los cinco partidos de la corporación, un representante de la Asociación de Vecinos del Casco Histórico y el alcalde decida cuál es el ganador. Además, hasta este mediodía los vecinos que lo deseen podrán votar su proyecto favorito, y el resultado de esta votación no será definitivo pero sí servirá para orientar la decisión del jurado. El proyecto ganador recibirá 2.000 euros y la posibilidad de realizar el proyecto básico y de ejecución y la dirección de obra, por lo que el ayuntamiento abonará como máximo 18.000 euros. El presupuesto máximo de licitación (que los concursantes han tenido en cuenta para diseñar su nueva plaza) será de 550.000 euros, que el consistorio confía en obtener a través de la Diputación de Valencia y lo que se pueda captar de ayudas europeas.
Entre los 17 proyectos hay ideas comunes, como la limitación del tráfico y el cambio y unificación del pavimento, pero todos aportan ideas que los diferencian del resto. Así, el proyecto «3 en 1 y mucho +» se basa en la instalación de grandes bancadas. «Blando, fresco, natural...» da protagonismo a los árboles y cubiertas para dar sombra. «Comunet» propone cambiar el actual arbolado por una «alineación rígida de palmeras» que divida la plaza en dos áreas. «Del Carrer a la Plaça», por su parte, recupera el antiguo espacio de la fuente y «revaloriza el elemento verde» para mejorar la visión del espacio. «Obrintpas» tiene como elemento principal una pérgola con cubierta de madera que atraviesa la plaza en vertical. «Jamalop em tablero» apuesta por un gran espacio diáfano. Y «La font de la plaça» pretender «liberar el espacio» para acoger el mayor número de actos a base de trasladar el mobiliario «dónde no moleste». Con el proyecto «Un, dos, tres pollito inglés» se instalarían unas «piezas a modo de largas líneas de elementos cambiantes».
En «L´Horta» son las arboledas las que marcan el diseño, y en «Ho-Ma» apuesta por las zonas para juegos infantiles y una lámina de agua como fuente. «On estaves» aporta elementos luminosos sobre el pavimento y nuevos árboles. En «Al ritmo del agua» la novedad es un sistema de canales intermitente a lo largo de las calles. «Pass-Patchwork» realiza un diseño de diferentes espacios con diferentes pavimentos y diferente vegetación, algo parecido a lo que invita el proyecto «Alfombras». «Salones urbanos» divide la plaza en tres espacios abiertos bajo la sombra de sendas arboladas y «Son tus huellas el camino» tiene luminarias en el pavimento que «simbolizan los pasos de los alborayenses en este nuevo espacio».
