Durante años e independientemente del color político del gobierno municipal, la Policia Local ha venido desarrollando multitud de tareas paraa mejorar la seguridad, la prevención y el conocimiento, en general, por parte de la ciudadanía de muchos temas que, por desconocimiento, no sabemos afrontar en el día a día. Como ejemplo, habría que destacar la gran labor que realizan impartiendo cursos de defensa personal a mujeres en riesgo, charlas en colegios y asociaciones, prevención de drogodependencias y vigilancia diaria en centros educativos, creación un grupo específico para la lucha contra la Violencia de género. Han sido pioneros en la creación de una APP de móvil para que los vecinos tuvieran a su alcance una herramienta rápida , etc? La implicación con y para Meliana, ha sido tal, que incluso junto al anterior gobierno se creó el Primer Museo de La policía Local, referencia en toda la Provincia.
Lo triste de esta historia es que por culpa del gobierno municipal actual „formado por Compromís y PSOE y presidido por Josep Riera„, esta simbiosis entre ciudadanía, Policía y Ayuntamiento, haya llegado a su fin, si el alcalde no lo remedia. La policía local se niega a realizar servicios, fuera de su horario laboral y todos aquellos que no sean obligatorios, desde el dia 1 de Octubre.
El motivo no es otro que el ninguneo y el incumplimiento sistemático de los acuerdos alcanzados en la anterior legislatura y que siempre se respetaron hasta llegar el gobierno actual. Una vez más, esos «tics» dictatoriales del señor Riera y sus socios.
Por desgracia, estas actitudes comenzaron al día siguiente de tomar posesión de la alcaldía, en primer lugar prohibiendo la asistencia a actos religiosos de los concejales; continuaron despreciando tanto los Himnos de España como el de Valencia, así como eliminando el homenaje a la Real Senyera. Fueron capaces de anunciar públicamente que los ingresos del reciclado solo serían para los colegios públicos pero no para el concertado, en los plenos, el alcalde no deja intervenir al grupo oopular el tiempo necesario y menos todavía contestar después de que él intervenga, ya que él y solo él debe decir la última palabra.
Estas formas de gobernar pueden acabar como en el último pleno de septiembre en el que cuando una persona del público, en ruegos y preguntas, les expuso que la Feria Comercial de Meliana no había alcanzado el nivel de otras ediciones, el concejal responsable, con aplauso del alcalde, le contestó que su opinión no le interesaba porque ella era simpatizante del PP. Esto solo es en año y medio. ¿Se imaginan ustedes hasta donde pueden llegar?
