La solicitud, por parte de una familia de Picanya, de una licencia de demolición para una casa datada en el siglo XVIII está a punto de provocar un conflicto institucional entre el consistorio y la Conselleria de Cultura, que salpica a la Diputación de Valencia. Y es que el diputado provincial de Cultura, Xavier Rius, en su calidad de portavoz de Compromís en Picanya „en la oposición„ ha denunciado el caso ante la dirección general de Patrimonio, que dirige la también picanyera Carmen Amoraga (PSPV), un asunto que, en última instancia, ha de resolver el consistorio, liderado por el también socialista Josep Almenar.
Según explica Rius, el asunto se remonta a hace unas semanas cuando su grupo tuvo constancia de que en una junta de gobierno del Ayuntamiento de Picanya „«a la que accedemos por las actas, ya que no formamos parte», indica„ se abordó la petición de licencia para derribar la casa, que aparece protegida en el Plan General de Ordenación Urbana, con la intención de construir otra de nueva planta en ese punto.
Rius indica que el PGOU de Picanya es de 1991 pero fue modificado a través de una homologación en 1998 «en la que se rebajó la protección de ciertos inmuebles aunque se incluyeron otros». El resultado es que la vivienda afectada por el actual conflicto pasó de tener protección parcial „la máxima después de los monumentos principales en un municipio„ a ambiental, lo que significa que, en principio, se ha de preservar la fachada y volumetría.
El edificio en cuestión es una casa de arquitectura tradicional que forma parte de una de las tipologías históricas residenciales la comarca de l'Horta «y que raramente se encuentran fuera de esta zona». Una de sus características más destacada es que tiene una andana doble, que se utilizaba para almacenar las cosechas. Según su ficha catastral, existe constancia de esta vivienda al menos desde 1800. Está situada en la calle Sant Josep, donde todo el conjunto de casas tiene el mismo nivel de protección global. Rius añade que «nuestras fuentes nos indican que, si bien algunos elementos se han alterado con el paso de los años, conserva su estructura tradicional».
Con todos los datos de la casa, Compromís consideró que «el tema podía ser grave» y acudió a Patrimonio. «En Picanya no vamos sobrados de monumentos históricos y los que nos quedan hemos de intentar salvarlos», añaden.
La denuncia de Xavier Rius provocó una inspección de los técnicos de la dirección general de Patrimonio a Picanya, donde visitaron la casa acompañados por sus homólogos municipales. Fuentes de Patrimonio indican que ahora se ha de emitir un informe en el que se indiquen al ayuntamiento las recomendaciones pertinentes.
Por su parte, el alcalde de Picanya, Josep Almenar, considera que «Compromís se ha precipitado, como suele hacer» porque «el Ayuntamiento aún no ha concedido la licencia sino que estamos estudiando el asunto». El mandatario explica que los inspectores de Patrimonio se reunieron con los técnicos municipales «y estamos a la espera de que emitan alguna resolución o alguna recomendación, que hasta el momento no ha llegado». Con este documento, «decidiremos lo que tenemos que hacer».
«Que sea el último caso»
El concejal Xavier Rius no está seguro de poder evitar el derrumbe de la casa porque «el PGOU dice lo que dice» pero considera que se ha de actuar «junto con al dirección general de Patrimonio» para «tratar de evitar que vuelva a producirse una situación así» por medio de la revisión del catálogo local de inmuebles protegidos «que refuerce la protección en el centro histórico y se base en criterios más actuales y no en los de 1998».
