¿Qué aporta actualmente a Torrent la Asociación de Belenistas?
En nuestra trayectoria de 75 años, siempre hemos querido recordar a la sociedad que estos días lo que celebramos es el nacimiento de Jesucristo. Esa es la verdadera esencia de la Navidad y lo la de comprar y comprar. Defendemos la tradición de las familias de reunirse por Navidad en torno a una actividad conjunta como es el montaje del belén. A lo largo de estos años hemos visto a muchas generaciones. Comenzaron los abuelos, luego los hijos y ahora son los nietos los que toman el testigo. Lo que recaudamos en el concurso se destina a una entidad benéfica de la ciudad.
¿Qué criterios aplican en el concurso?
Es muy difícil otorgar el premio porque cada familia y cada participante tiene su estilo, sus técnicas y muchas veces es complicado compararlas. Por eso, no siempre el que gana es que sea el mejor sino que suelen empatar varios y para el desempate utilizamos criterios como el de la superación, ver que lo han hecho mejor que en años anteriores, y el de uso de materiales innovadores y nuevas técnicas.
¿Cómo han evolucionado los montajes de belenes en las casas en estos 75 años?
Primero, que las figuras son, en general, de más calidad. Hace años eran de barro y de una peseta. Hoy son más resistentes y están mejor hechas. Además, se aplican nuevos materiales que han permitido hacer montajes muy buenos, de una forma más sencilla, como es el corcho blanco y la espuma. Además, la gente cada vez es más perfeccionista.
¿Qué anécdotas han surgido en estos años?
Hemos visto de todo en los belenes. Una vez fuimos a visitar uno que tenía dinosaurios. Yo lo interpreté como una cosa de la imaginación de los niños porque de eso se trata, de hacerlos partícipes. Hemos visto indios, vaqueros o Clicks de Famóbil. Una familia numerosa colocó un año seis Reyes Magos y ningún pastor y nos explicó que «todos somos reyes a los ojos de Dios».
