Cada vez es más difícil encontrar a un niño y niña que vayan andando hasta su madre y les levanten la camiseta para poder mamar.

Según la Encuesta Nacional de Salud del Ministerio de Sanidad (2012), que estudia una amplia muestra de población, solo el 28% de los niños españoles disfruta de los 6 meses de lactancia materna exclusiva que recomienda la OMS.

Las tasas de lactancia materna han disminuido de una media de 10 meses en los años 50 en España, hasta los 3 meses de media actuales. ¿Y por que?. «Por desconocimiento y por tabú social, una cosa nutre a la otra y cada vez hay más madres y niños dentro del armario», señala Mar Alegre, una de las voluntarias que crearon Mammalia en 2012, «con el fin de crear un espacio donde expresar y transmitir nuestra manera de sentir y vivir la lactancia materna, como algo perdurable en el ser humano durante toda su vida».

En esa la labor de informar de forma objetiva, desde Mammalia consideraron necesario organizar en Torrent una charla impartida por el psicólogo Alberto Soler y el dietista- nutricionista Julio Basulto sobre la «lactancia prolongada». «Ya de inicio ese nombre no es correcto. Prolongar es alargar algo más de lo que toca cuando el destete natural es de 2,5 a los 7 años según estudios antropológicos como el estudio de dentición de Bermúdez de Castro en Atapuerca». En dicho estudio, este antropólogo determinaba que la aparición de los primeros dientes marcaba el inicio de la alimentación complementaria, mientras que la erupción total de la dentición marcaba el destete definitivo.

Algo que demuestra que el destete es algo cultural. «Hay madres que destetan a sus hijos porque no tienen acceso a toda la información y otras que sí la tienen se esconden, por miedo a la respuesta social, y también a algunos médicos, especialistas, que ante la toma de cualquier medicamento, prueba u operación siempre recomiendan no dar el pecho», indica Mar.

Es por eso que en esta charla se destaparon los falsos mitos, como que la leche es agua a partir del año cuando se ha demostrado que tiene más kilocalorías que la leche de vaca, o que crea obesidad, cuando es preventiva. «Además según el Comité de LM de la Asociación Española de Pediatría (AEP), los lactantes que maman más de un año, a parte de los evidentes beneficios para su salud -hay menor riesgo de contraer enfermedades como leucemia o diabetes- , a nivel neuronal también favorece la estabilidad emocional, académico y profesional».

Y eso en el niño, pero Mammalia también destaca los beneficios en la madre. «Lactancia materna no es solo dar leche, es mucho más, es una relación madre-hijo, un respeto a lo que se empezó y no se quiere interrumpir, es un apoyo en los buenos y malos momentos, la lactancia es mucho más», reconoce.