«Queremos que en Fomento oigan la voz de Xirivella». Así se expresaba ayer el alcalde, Michel Montaner, para expresar «la preocupación y el cabreo» que existe en la ciudad tras conocer hace meses que el anteproyecto del Ministerio de Fomento para ampliar la V-30 supone cerrar el acceso a la plaza España de la ciudad.

Montaner indica que el consistorio «pidió una reunión urgente y no nos han respondido». Por ello, se ha convocado, en colaboración con los colectivos ciudadanos, una primera manifestación para el 29 de marzo, para la que ya se cuenta con el permiso de la Delegación del Gobiero.

«El cierre de ese acceso va a matar nuestro comercio, nuestro desarrollo, nuestra movilidad y nuestro pieblo y no vamos a consentirlo. Si no quieren dialogar, les haremos llegar nuestra opinión de muchas formas», advirtió el mandatario. La protesta partirá de la gasolinera del Camí Nou y llegará a la plaza de España, donde «habrá un final artístico». El alcalde indica que esta protesta «es solo la punta del iceberg de lo que oreparamos».

Los detalles de la manifestación se cerraron ayer en una reunión a la que el consistorio convocó a los principales colectivos. «El proyecto no solo supone el cierre del acceso sino que invade una zona verde en el barrio de Vicentica la Serrana, lo que no tiene sentido», remarcó el alcalde.

Al anteproyecto se han opuesto públicamente, además del consistorio, tanto la asociación de comerciantes como las asociaciones de vecinos, por considerar que obligará a replantear el itinetario de los autobuses, lo que «provocará que se tenga un transporte público aún más precario del que hoy existe». La población dispone de una línea de autobuses de concesión privada que la conecta con Valencia y algunos pueblos cercanos, sobre la que existen numerosas quejas desde hace años. Modificar el itinerario supondría aumentar aún más el tiempo de trayecto en la ciudad.