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Medio ambiente

Paterna recuerda que ya advirtió en enero sobre el estado de la Vallesa

El consistorio incluso pidió permiso a la conselleria para retirar directamente los pinos muertos antes del verano

Tras la denuncia de la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria sobre el peligro que entraña para el bosque de la Vallesa la cantidad de pinos muertos que se han desplomado, como ayer avanzaba Levante-EMV, el Ayuntamiento de Paterna ha recordado que ya advirtió del problema a la Conselleria de Medio Ambiente en el mes de enero.

El concejal de Medio Ambiente, Carles Martí, ha indicado asimismo que en enero el consistorio «solicitó tanto a la conselleria como a la Diputación de València su intervención en la eliminación de la huella que causa el tomicus a la Vallesa». El ayuntamiento llegó incluso a solicitar el permiso para realizar parte de la tarea directamente desde el ayuntamiento. «Nos consta que, tanto la conselleria como la Diputación están tramitando esos permisos. En el momento en que los tengamos, y esperamos que sea antes del verano, comenzaremos los trabajos de limpieza en la Vallesa».

El edil ha recordado asimismo que el consistorio «está realizando un importante esfuerzo económico en actuaciones en la masa arbórea del bosque y como muestra están los más de 120.000 euros que han costado las actuaciones que se están llevando a cabo para clarear la zona».

De hecho, el consistorio está realizando tareas de poda selectiva de pinos de pequeño porte en las áreas que se quemaron en el incendio de 1994 donde, al no haber intervenido nunca la administración pública (la mayor parte era suelo privado y no tenía hasta 2007 una protección especial), se produjo una regeneración espontánea con un excesivo crecimiento de pinos que, por demasiada competencia unos con otros, ni crecen ni permiten que se desarrolle un sotobosque».

Respecto a los puntos donde se acumulan los ejemplares de pinos muertos, la mayor parte se localiza en el límite con los términos de San Antonio de Benagéber y l'Eliana y en la parte privada y cerrada del bosque, propiedad de la familia Trenor.

Para los ecologistas, esta concentración de árboles muertos y totalmente secos por la sequía y el tomicus convierten el bosque en «un polvorín». Por su parte, la conselleria alega que ya ha intervenido y retirado una parte del arbolado, aunque el resto de tareas las realizará después del verano.

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