La oferta para vender Villa Amparo, el chalé neoclásico de Rocafort en el que se refugió año y medio el poeta Antonio Machado durante la guerra civil, es la última de una amplia y variada propuesta de venta de masías, palacetes protegidos o cartujas BIC que plagan los portales inmobiliarios de lujo.
El más destacado, sin duda, es la Cartuja de Ara Christi, declarado BIC, en el Puig de Santa María. Construida entre los siglos XVI y XVII, perdió hace décadas el carácter religioso para convertirse en salón de banquetes y eventos, y así lo oferta la inmobiliaria. Un complejo hostelero por 17 millones de euros, que incluye la iglesia, dos claustros, celdas, refectorio, cocina, horno, los patios y huertos, pista de tenis, campo de golf, zona de juegos para niños, restaurante y aparcamiento.
Cuando este diario publicó hace año y medio, que se vendía la cartuja, la familia propietaria negó que estuviera en venta y resaltó el «apego» a un complejo «en el que hemos invertido mucho dinero». La misma inmobiliaria que ofrecía la cartuja entonces, la sigue manteniendo actualmente en su portal.
También en el Puig, se vende por 550.000 euros una masía que data de 1888. La superficie construida supera los 700 metros cuadrados y el terreno total los 4.500 para el cultivo del naranjo. La finca cuenta con diez dormitorios y seis baños, además de calefacción y corriente eléctrica, aunque la inmobiliaria advierte que precisa restauración.
En Paterna, se venden, entre otras, tres viviendas protegidas a precio de pocos bolsillos. La primera, diseñada por el famoso arquitecto valenciano José Manuel Cortina en 1902, fue rehabilitada en 2008, pero mantiene los elementos característicos de la época como las barandillas de acero originales, azulejos o la fachada. El inmueble, de 375 metros cuadrados y asentada sobre una parcela de 950, cuenta con tres dormitorios, piscina y un ático con techo abovedado. El precio: 1.045.000 euros.
En el barrio del Ensanche de Palacio, los herederos de la familia Salvador Moros, fundadores de la empresa «Galletas Río», venden dos chalés por 1,25 millones de euros. La del número 10 de la calle Comte de Montornés es un edificio de tres plantas, con salón con chimenea, estudio-librería, cocina, comedor noble, biblioteca, seis dormitorios y piscina. Todo por 650.000 euros.
La otra vivienda a la venta por 600.000 euros, se encuentra en el número 8 de la misma calle y, según el investigador Tomás Roselló, se construyó hacia 1930 originalmente con una planta baja y una cambra. En los años 60 la familia Moros, que había adquirido el edificio, lo sobreelevó en una planta, siguiendo el proyecto del arquitecto José Albert Michavila, inspirado en el original. La construcción presenta en dos de sus fachadas ventanas decoradas con arcos polilobulados de herradura apuntados y puertas con archos de herradura simples sobre columnillas, también en un estilo Decó como la casa vecina pero sin arabescos.
Por 1,4 millones se vende en Burjassot, el palacete histórico del tenor italiano Giacomo Lauri- Volpi. La propiedad, de 768 metros cuadrados sobre un terreno de 1.567, es de estilo modernista y se distribuye en dos alturas con escalera de mármol. La planta baja alberga la bodega, tres estancias, baño y lavadero. La altura superior consta de sala de estar, comedor, cocina, dos baños y otros tantos dormitorios , estudio y acceso al torreón y a la terraza con vistas al jardín. Además, en la parte trasera existe una residencia para los caseros con 3 dormitorios, baño completo y cocina.
La estructura, según detalla el portal inmobiliario, «está hecha de muros y machones de ladrillo, la cubierta realizada con teja árabe y terraza pisable, la tabiquería realizada con ladrillo macizo y enlucidas de yeso, forjados de varios tipos, viguerías de madera y metálicas con revoltones. El suelo es mosaico hidráulico, y las paredes son de yeso y tienen decoración con escayola al igual que los techos».
Una finca unifamiliar edificada en 1900 se vende en plena huerta de Almàsssera por 700.000 euros. La casa de campo se oferta para reformar y cuenta con dos alturas, que incluyen almacén, zona de cocina y exteriores. Vetustos azulejos todavía decoran paredes y suelo. La estancia tiene una superficie construida de 360 metros y un terreno de 4.000.
