Si durante la publicación de las listas provisionales del alumnado de tres años admitido en los centros escolares de Torrent ya se produjeron más quejas de lo habitual, el malestar ha aumentado al hacerse pública esta semana la adjudicación de finitiva. Según fuentes municipales, una treintena de familias se ha quedado sin el colegio que había pedido en su solicitud. No obstante, en el balance completo actualmente quedan 80 plazas vacances en colegios que estas familias no han pedido ni, en principio, quieren.
Familias afectadas que han contactado con Levante-EMV critican el «un caos innecesario y una angustia para todos nosotros» que ha sido todo el proceso» y «la falta de información clara» que consideran que han tenido. Por ello, algunas de ellas se están organizando para acudir la próxima semana a la dirección territorial de la Conselleria de Educación para exponer su punto de vista ya que rechazan de plano las plazas vacantes que les ofrecen.
Según la concejala de Educación de Torrent, Patricia Sáez, para el próximo curso ha habido unas 915 solicitudes, lo que implica 35 más que en el año anterior. Pero en la red pública y concertada existían «plazas suficientes para absorberlas».
El problema se ha presentado porque unas 30 familias de la zona baja de la ciudad han solicitado colegios concertados de esa área como Monte Sión o la Purísima, que no tienen plazas suficientes para toda la demanda, o bien centros de todo tipo de la zona alta, en la que otros alumnos tienen prioridad. El balance son 30 niños y niñas de tres años sin colegio asignado a día de hoy mientras quedan 80 plazas vacances.
Estas aulas sin ocupar están situadas en los colegios Verge del Rosari y Lope de Vega, así como en los centros CAES de Juan XXIII en el barrio del Xenillet o Madre Petra, en el Vedat.
Comisión de escolarización
Ante la situación, la concejala Patricia Saéz indica que la comisión de escolarización que se reunió ayer acordó elevar el asunto a la inspección educativa y a la dirección territorial de Educación para que se tome una decisión. Las posibles soluciones pasarían por crear una nueva aula en algún centro de la zona alta o bien volver a ofertarles las plazas vacantes «sabiendo que no quieren esos colegios». «Comprendemos la preocupación de las familias que querían un determinado colegio y no es posible pero también entendemos a los centros que ofertan sus plazas y quieren cubrirlas», indica la concejala.
Sáez ha emplazado a todas las familias que han acudido a su despacho a «esperar a la próxima semana hasta que se produzca el pronunciamiento de los responsables de la Conselleria de Educación».
