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Patrimonio

Tiran por error en un vertedero de Moncada un altar del siglo XIX

Las piezas de madera de la antigua fábrica Garín se encuentran en un almacén municipal mientras se adecua el futuro Museo de la Seda - Los operarios pensaron que eran tablas afectadas por la carcoma

Un gran altar de madera policromada de la antigua fábrica Garín, el conocido e histórico taller de la seda que el Ayuntamiento de Moncada quiere convertir en un museo, acabó por error en un vertedero de la localidad, tal como reconoció a este diario el concejal de Urbanismo, Vicent Conejero, que aseguró que se actuó rápidamente y las piezas «apenas estuvieron abandonas 30 o 45 minutos».

El conjunto abandonado es un altar de madera policromada de mediados del siglo XIX, elaborado con toda probabilidad por el propio Mariano Garín, creador de la firma. El altar, por sus grandes dimensiones, se encontraba en la fábrica de València hasta su cierre en los 60, cuando se trasladó a Moncada. Se trata de una parte central rematada con cúpula y abertura en el medio para guardar el cáliz o la patena con las formas, y cuatro hornacinas laterales: las inferiores con columnas jónicas para colocar las imágenes de San Juan y Santa Teresa, y las superiores, adornadas con imitación a mármol y puertas.

Los hechos se remontan al viernes 30 de junio. La parte central del altar y las hornacinas laterales se encuentran depositadas en el almacén de obras municipal para protegerlas de los trabajos que se están desarrollando en lo que será el futuro Museu de la Seda. Según explica el concejal encargado de la Brigada, las piezas de Garín «estaban junto a unos tablones de manera que presentaban carcoma, por lo que ordene al encargado del almacén que los tiraran al vertedero. El encargado traslado orden a los operarios que por error también cargaron en el camión las hornacinas y las dejaron en el vertedero», relata el regidor.

Fue entonces cuando desde Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural detectaron que las piezas habían acabado en el vertedero y rápidamente llamaron a Josep Burriel, Coordinador de Espacios Museográficos, quien «nos dijo que estuviéramos tranquilos y que las piezas estaban en su sitio», asegura el presidente del colectivo César Guardeño.

La siguiente llamada, relata, fue al concejal Conejero para interesarse por la situación. «Cuando me dijeron lo que había pasado hablé con el encargado de la brigada que me informó que ya había visto que las piezas no estaban y había llamado rápidamente a los operarios para decirles que esas piezas no eran las que había que tirar y que las trajeran al almacén. Fue todo un malentendido y el conjunto de Garín no estuvo en el vertedero más de 45 minutos. Se recuperaron enseguida y no pasó absolutamente nada», asegura el concejal quitándole hierro al incidente.

Aún así, Conejero reconoce que un almacén de la brigada «no es el lugar más adecuado para este tipo de piezas, pero se trajeron aquí para protegerlas de las obras».

En cambio, desde el Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural califican los hechos de» muy graves puesto que se trata del único ejemplo junto con las dos esculturas y los apliques de la parte que Garín tenía destinada a realizar imaginería y orfebrería», apunta Guardeño.

El colectivo de defensa del patrimonio que alertó de la presencia de las piezas de madera en el vertedero, consideró «muy grave» lo sucedido, así como la contestación inicial que recibieron negando lo sucedido cuando informaron sobre estos hechos. «El Ayuntamiento de Moncada debería dar las correspondientes explicaciones», ha afirmado Guardeño.

Precisamente, el concejal de Ciudadanos de Moncada, Jesús Gimeno, preguntó por las hornacinas en el pleno del pasado jueves y la alcaldesa Amparo Orts aseguró que le contestarían por escrito. A preguntas de este diario, la munícipe afirmó que investigaría lo ocurrido pero quiso resaltar que «todas las piezas del futuro museo no están inventariadas y que somos nosotros, desde la llegada al equipo de gobierno, los que estamos trabajando por el patrimonio de la seda y recuperarlo», aludiendo a las inversiones realizadas para rehabilitar el edificio del Museu.

Más contundente se mostró Burriel, que negó que las piezas hubieran salido del almacén en algún momento y calificando de «falsas y mentiras» las acusaciones del colectivo que preside Guardeño y rechazó «politizar el asunto». «Todo el material tiene un gran valor y debe ser restaurado pero no estaba inventariado. Ahora está todo guardado en el almacén», indicó el coordinador de Espacios Museográficos de Moncada.

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