La llegada del verano implica numerosos preparativos en los consistorios de l'Horta Nord que tienen playas visitadas por turistas y también gasto con cargo a los presupuestos municipales. Uno de los principales gastos es el del capítulo de seguridad, vigilancia y socorrismo, que cada ayuntamiento organiza de una manera y por un tiempo determinado.
En Puçol, fuentes municipales indican que el consistorio saca a concurso el servicio y lo adjudica a una empresa especializada que se encarga de los socorrisras y la ambulancia. De este modo, la playa dispone de una posta sanitaria central, vehículos para salvamento en agua y para trasladarse por la arena y vigilancia desde las torres. El servicio se pone en marcha en San Juan y se suele mantener hasta el 1o de septiembre.
En Alboraia, por ejemplo, la vigilancia se ha adelantado este año, según explica el alcalde Miguel Chavarría, ya que comenzó a principios de junio y se mantendrá hasta mediados de septiembre. Frente al modelo anterior, en este caso el consistorio opta por la contratación directa para lo que realiza pruebas en diferentes especialidades como patrón de barco, conductor de ambulancia, socorristas y enfermeros, añade el mandatario. Para ello y a pesar de las maltrechas finanzas municipales (el gobierno heredó una enorme deuda de la etapa del Partido Popular por las operaciones urbanísticas fallidas), el consistorio habilita cada año la correspondiente partida, no solo para la vigilancia y el socorrismo sino para el mantenimiento de la playa durante todo el año. El departamento de Turismo es el que lleva el peso del control de la playa y determina las acciones.
