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Actos de fuego en Paterna

Un cohetódromo como el Carrer Major

Paterna ampliará el recinto hasta los cien metros para convertirlo en una recreación de la calle donde se dispara la Cordà y planea instalar gradas externas - El proyecto, de 190.000 euros, se ejecutará en 2019 - El aforo pasará de 75 a 110 personas

Sagredo, Moragues, Campos y Ángel, en el interior de cohetódromo. Posteriormente, visitaron los trabajos en el Carrer Major. c. l.

Paterna ultima los preparativos de logística y seguridad para la celebración de la Cordà en la madrugada del domingo al lunes. Con todo casi a punto para esta edición, la primera que se disparará bajo la distinción de Fiesta de Interés Turístico Nacional, el consistorio paternero mira a largo plazo y ya tiene sobre la mesa varios proyectos para engrandecer la fiesta de pólvora y fuego.

Por un lado, el ayuntamiento tiene diseñado un boceto para ampliar el cohetódromo, el recinto instalado en el Parc de la Torre i el Palau donde durante toda la semana de fiestas se realizan diversas tiradas y cordas. Según explicó el alcalde, Juan Antonio Sagredo, la idea es pasar de los 70 metros actuales de jaula a cien, convirtiendo el cohetódromo en una fiel recreación en medidas del Carrer Major donde se dispara la Cordà.

Así, el futuro cohetódromo pasaría a tener unas dimensiones de cien metros de largo, nueve de ancho y siete de alto. La ampliación permitiría aumentar a seis las puertas laterales -ahora tiene cuatro- y mantendría las dos frontales, además de todos los elementos de seguridad. El crecimiento del vallado, que subiría de los 15 paneles metálicos actuales a 28, también permitiría un mayor aforo durante los espectáculos pirotécnicos. Actualmente, la capacidad máxima es de 75 personas, de los que 60 son tiradores y el resto personal del dispositivo de seguridad. El nuevo cohetódromo podría acoger hasta un total de 110 personas.

Sagredo indicó que los 190.000 euros para costear la ampliación del cohetódromo ya se han incluido en el borrador de presupuestos del próximo año. La intención es que la redacción del proyecto se realice en 2018 y ejecutar el trabajo para las fiestas de 2019. El alcalde también apuntó la posibilidad de que se instalen gradas alrededor del cohetódromo. «Es un tema que está pendiente de estudiar para ver si es viable por cuestiones de seguridad, pero sería muy atractivo para el vecino o el turista poder ver la Cordà del sábado en un cohetódromo ampliado», sostiene el dirigente.

La otra gran apuesta del municipio de cara al futuro festivo está en el Carrer Major, cuestión que decidirá junto con la Comisión Técnica del Fuego. El consistorio tiene en mente un proyecto para instalar una malla metálica de seis metros de altura (hasta un segundo piso) en los más de cien metros de la calle donde se celebra la Cordà cada último domingo de agosto. El diseño contempla que el mallado ocupe la calzada, dejando las aceras como pasillos de evacuación para cualquier contingencia. La obra alcanzaría los 400.000 euros.

La apuesta de instalar esta especie de cohetódromo a cielo abierto puede chocar con la tradición purista de disparar en plena calle. Eso es lo que deberán abordar administración y expertos y tiradores. La otra alternativa municipal pasa por homogeneizar todas las protecciones que cubren patios, comercios y balcones del Carrer Major para evitar que los cohetes causen daños. Estos elementos los colocan los empleados de la empresa municipal a partir del 31 de julio. Con un simple vistazo se observa que cada protección es diferente -madera, mallas o rejas-, de ahí que se busque equipararlas todas en un mismo diseño y formato. Por el momento, los operarios municipales apuran los últimos días. En total se protegerán unos 160 metros de calle, con 14 patios, 74 balcones, 32 comercios y ocho entidades bancarias. Como medida de seguridad, una empresa externa certifica a diario los anclajes y seguridad de las protecciones que se van instalando en el Carrer Major. Si algo no cuadra, se corrige y se vuelve a montar. Lo mismo sucede en el cohetódromo. Después de cada tirada, se examina la instalación y se repara si es necesario antes del siguiente espectáculo de pólvora.

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