El Ayuntamiento de Alfafar ha dado luz verde a la actuación que permitirá urbanizar la pastilla de huerta interurbana de la Font Baixa. El consistorio y la Agrupación de Interés Urbanístico, formada por los vecinos de la zona, han suscrito un acuerdo que da la potestad a la AIU Font Baixa para poder ejecutar el proyecto. El convenio urbanístico fue iniciado por el anterior gobierno del PSPV, pero aprobado en el pleno del pasado julio por los votos a favor de PP, PSPV y C´s, y en contra de Apae, EU y Compromís, que en 2015 ya presentó también alegaciones en contra de este acuerdo. Compromís ha presentado alegaciones al Programa de Actuación Territorial de l´Horta de València (PATH) para que se incluya el área de huerta en el documento y le otorgue de protección con el fin de evitar la ejecución del proyecto.
«No consideramos adecuado aprobar un convenio sin estar resueltas las alegaciones», señalaba en el pleno la edila de Compromís, Amàlia Esquerdo. La concejala defendió la nulidad del convenio por incumplir la legislación en materia de protección patrimonial, por no tener en cuenta las viviendas vacías existentes en el pueblo y por tanto no ponderar adecuadamente la necesidad o no de nueva construcción, y porque no atiende a la singularidad del Tribunal de las Aguas.
«Nosotros queremos que la Font Baixa sea un pulmón verde, que se convierta en el futuro en un espacio de uso comunitario para el pueblo, con la protección integral del paraje, y desarrollando tanto la protección del patrimonio existente como unas actuaciones que tengan un fuerte carácter social, cultural y cívico», señalaba Esquerdo en defensa de su No al convenio.La edila de Compromís matizó que no está apoyando una expropiación de los terrenos, sino que sean protegidos «ya que es de la pocas zonas de huerta periurbana que mantiene la localidad».
La portavoz de Apae, Inma Dorado, recriminó al consistorio que «prefiere urbanizar catorce hectáreas en lugar de proteger la huerta, aunque está claro que urbanizar siempre da más dinero que la huerta».
EU, por su parte, se manifestó preocupado porque «ahora el pequeño agricultor se convierte en propietario y eso atenta contra la lógica del bien público que implica la protección de la zona y la urbanización siguiendo unos parámetros».
Por su parte, el grupo socialista liderado por Rosa Ruz se mostró coherente y votó a favor de un convenio impulsado por el anterior gobierno socialista. Sus votos sirvieron para sacar adelante el acuerdo.
El PP también votó a favor del convenio al considerar que la ejecución del plan sigue la Lotup y por tanto no atenta a la normativa de protección de la zona , «no se pueden obviar los derechos de los propietarios», argumentaban desde las filas populares.
El propio alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, aseguraba a este diario que la parcela que aún queda de huerta en la Font Baixa, cuyo alrededor está urbanizado, «es un nido de plagas por el que protestan los vecinos». Según Adsuara, los vecinos saben mejor que nadie cómo está la zona y creen que es una buena opción darles la gestión y la capacidad para urbanizar, «atendiendo siempre a la legalidad, ya que cumple con las exigencias de la Ley de Ordenación del Territorio, Urbanismo y Paisaje (Lotup)».
