El alcalde de Mislata, Carlos Fernández Bielsa, y el portavoz del PP, Jaime López Bronchud, han declarado esta mañana como testigos en la segunda sesión del juicio contra Manuel Corredera, exmunícipe del PP, y una funcionaria por supuesta corrupción administrativa por trocear contratos para evitar superar el limite de contratación sin concurso o superarlo directamente, según Fiscalía.

Bielsa ha puntualizado que la causa que se juzga no la llevó él a la fiscalía sino que “simplemente notifiqué al Tribunal de Cuentas, las irregularidades” resultantes de una auditoría externa, “y es éste (el TC) el que lo traslada a la Fiscalía”. En este sentido, la defensa de los acusados ha interpelado al alcalde socialista de que el Tribunal de Cuentas no apreció “responsabilidad contable” en el período auditado (última legislatura de Corredera) a lo que Bielsa ha respondido que “eso no quiere decir que no haya irregularidades administrativas o penales. Y repito: yo remití el resultado de la auditoría al Tribunal de Cuentas, no a la fiscalía”. Bielsa desconoce por qué no se remitió esa resolución del tribunal al juzgado cuando se inició el proceso que se juzga.

A preguntas sobre los expedientes o el límite de contrato de obra menor, Bielsa ha respondido que “cuando estábamos en la oposición, el acceso que teníamos a la información era limitado, y eso era básico para conocer las cosas”. En cambio, sí ha contestado de forma velada a lo que dijo ayer Corredera sobre que no leía todo el expediente, firmando únicamente la última hoja del decreto. “Normalmente, cuando me entregan un expediente para un decreto, lo reviso entero para saber lo que firmo. Tampoco firmamos tantos al día y hay tiempo para revisarlos bien”, ha defendido.

Por su parte, el concejal popular Bronchud, en el equipo de gobierno de Corredera en la legislatura en la que sucedieron los hechos juzgados, ha descargado al que fue su alcalde de cualquier resposabilidad al afirmar que “no intervenía y recibía la información con todo el proceso elaborado”. El actual portavoz recuerda que para los actos que se celebraban, “el técnico traía ofertas, se cogía la más ventajosa económicamente y se contrataba. Todo lo hacía el técnico, yo validaba lo que me traían los técnicos de mi departamento”. Bronchud no recordaba que nadie dijera que había irregularidades.