El cura Fernando Giacomucci, fundador del Hogar Social Juvenil (Hosoju) ubicado en Aldaia, ha presentado una denuncia en el Juzgado de Guardia de Torrent contra el Arzobispado de València y contra los actuales administradores de aquel proyecto social por no permitirle seguir residiendo allí. Según defiende el sacerdote, cuando en 2014 tomó el relevo una nueva dirección en Hosoju, designada por el Arzobispado, tras una etapa de tensión, la asamblea general del centro accedió a cambio de que Giacomucci siguiera viviendo allí y se convirtiera en el presidente honorífico.
No obstante, al sacerdote se le ofreció una vivienda en Alaquàs, cuyo alquiler, luz y agua y comida asume la Iglesia, donde ha residido tres años. Pero, según su versión, tras intentar «por todos los medios» que el arzobispo actuara y revirtiera la situación, ha decidido ir al juez. El religioso asegura que también le ha movido actuar «el hecho de ver cómo se está desvirtuando el proyecto porque de las 170 personas que estaban allí, hoy hay menos de la mitad».
Giacomucci asegura que algunos de los antiguos internos se han puesto en contacto con él en los últimos meses para quejarse porque «ya no se les permite seguir en el centro». «Otros me recriminan que les haya abandonado pero no es por mi voluntad sino porque me echaron», dice.
